ENTREVISTA AL PSICÓLOGO DANIELE PETAZZONI
Las causas de la adicción al sexo
Los motivos y tratamientos para la hipersexualidad
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Las causas de la adicción al sexo o hipersexualidad encuentran muchas similitudes con las del resto de adicciones, según nos explica el psicólogo especialista en adicciones Daniele Petazzoni desde Santander (ver ficha profesional clicando en el enlace).
Basándonos en las respuestas de Petazzoni, desarrollamos estos 11 tips para comprender el tipo de manifestación de esta enfermedad, la adicción, relacionada con un aspecto de la vida esencial para cualquier persona. Y que, por ello, la convierte en una de las adicciones más complejas de detectar y de tratar.
Claves para comprender la adicción al sexo y sus causas:
1. Es una adicción conductual, o sea, sin sustancias.
La adicción al sexo entra en la categoría de las que se llama adicciones sin sustancias, como la adicción al trabajo, a Internet, al juego online, a las apuestas, al móvil, a las redes sociales. Y, como todas las adicciones, se caracteriza por la pérdida de control y la dependencia hacia una conducta compulsiva.
Una característica especial de la adicción al sexo es que el objeto de la adicción, la conducta sexual, no implica en sí un comportamiento “malo”. Lo malo es la pérdida de control hacia ese comportamiento, igual que ocurre con la adicción al trabajo: trabajar en sí no es dañino, de la misma forma que no lo es practicar sexo. Por tanto, no debemos renunciar a ninguna de ambas actividades.
Una de las causas de la adicción al sexo podemos encontrarla en una herida narcisística: algo traumático que ha ocurrido en la infancia.
El problema es cuando existe una actitud compulsiva hacia ellas. Precisamente, el hecho de que se trate de dimensiones necesarias y placenteras de desarrollar para la mayoría de personas, incluso celebradas por esta cultura, implica que pueda pasar desapercibido un caso de adicción al sexo cuando se encuentra en las primeras fases de la enfermedad.
2. Es una conducta sexual obsesiva y por tanto insana
La adicción al sexo implica una obsesión compulsiva. La persona no actúa guiada por el amor, la ternura, la pasión, si se quiere, propias de las primeras fases de enamoramiento. Actúa condicionada por una obsesión de la que le resulta muy difícil desprenderse. Y que le conduce a comprometer seriamente su funcionamiento cotidiano.
Cuando una persona piensa en tener sexo constantemente y procura conseguirlo, inclusive varias veces al día, con varias personas, o consigo misma por medio de la masturbación, compromete su capacidad productiva en el trabajo, su concentración, sus relaciones familiares y afectivas, y todos sus ámbitos vitales.
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3. Las causas de la adicción al sexo se relacionan con la evasión de una realidad que genera sufrimiento
- En la adicción al sexo, como en general en todas las adicciones, el objetivo del acto consiste en reducir un malestar, obtener un placer. Normalmente, por debajo hay mucha ansiedad que se busca mitigar a través de una conducta compulsiva, en este caso, la sexual.
- La adicción al sexo puede manifiestarse impulsada por circunstancias de un duelo que ha pasado desapercibido, no superado o incluso oculto. En otras palabras, personas que han perdido a alguien y que, sin darse cuenta de lo mucho que representaba esta para su vida, experimentan un estrés insoportable.
- A veces, las causas las encontramos en una herida narcisística: algo que ha pasado en la infancia.
- También hay que buscar las causas de la adicción al sexo en la vida reciente: una insatisfacción en la pareja o una depresión encubierta, por ejemplo.
En todos los casos, entra en juego una conducta compulsiva cuya finalidad apunta a reducir ese sentimiento de ansiedad, de tristeza: lo hago una vez y me funciona; sin darme cuenta lo hago la segunda, y se refuerza. Llega un momento que cualquier pequeño malestar despierta la conducta adictiva, donde se desenvuelve el mismo proceso bioquímico que en cualquier adicción con o sin sustancia y que conduce a la obsesión por consumir.



4. Tiene similitud con otro tipo de adicciones en cuanto al mecanismo neuronal que la impulsa
Absolutamente. La base es la misma: se bebe una copa y se pierde el control, se consume una raya de cocaína y se pierde el control. Con el sexo o con cualquier otra adicción sin sustancia pasa lo mismo, porque el cerebro actúa de la misma forma. En otras palabras, el problema no radica tanto en el objeto de la adicción (drogas o comportamientos tóxicos) como en la conducta adictiva en sí, el ritual que implica compulsión.
5. Se manifiesta mucho más frecuentemente en hombres
Sí, es más común en hombres. Por un lado, porque la testosterona es una hormona que implica mucho impulso hacia la sexualidad, indudablemente. Por otro, porque también hay un factor cultural relacionado a cómo se educa a los hombres en relación al sexo: la sociedad y la cultura les inculca y celebra una actitud hacia el sexo más desinhibida.
6. La adicción al sexo tiene serias consecuencias sobre la vida de la persona y su entorno
Hay personas que dedican hasta cuatro horas diarias a la búsqueda de una pareja sexual o de actividad sexual. Por lo que la vida de la persona se puede ver seriamente comprometida, tanto desde un punto de vista logístico como emocional e, incluso, de salud en los casos en que llegan a autolesionarse por la actitud compulsiva o las conductas de riesgo.
Empiezan por faltar al trabajo, mentir a la pareja, desatender las relaciones afectivas de todo tipo, hasta contraer problemas de enfermedades de transmisión sexual.
La vida de la persona se puede ver seriamente comprometida, tanto desde un punto de vista logístico como emocional e, incluso, de salud.
Los sentimientos de culpa acarrean incluso la ruptura de la de la pareja. Mientras que la exploración constante de experiencias sexuales y amoríos puede conllevar deudas económicas cuantiosas cuando se desembolsa dinero en internet o se acude con frecuencia a la prostitución. La compulsión no tiene límites.
Así, el sexo, que representaba al principio un alivio a un malestar emocional, acaba retroalimentando la ansiedad con la busca incesante de múltiples amantes o experiencias virtuales, donde se ejerce el autoerotismo compulsivo. La persona termina por caer presa de una conducta hipersexual que se convierte en el eje de su vida.
Terapia adicción al sexo: cómo salir de la hipersexualidad
7. Las terapias buscan el autocontrol de los impulsos sexuales y la elaboración de las causas de la adicción al sexo
El tratamiento psicológico para la adicción al sexo trabaja en bajar el nivel de ansiedad, controlar los impulsos, controlar las conductas y buscar las causas del malestar. Desde la psiquiatría o la medicina sí pueden prescribir medicación para controlar los impulsos, para bajar la ansiedad, para controlar los altibajos de humor o para aliviar eventuales depresiones. Pero desde la psicología se busca más bien ir a las causas del malestar para elaborarlas e intentar superarlas.
8. Se ingresa en un centro si el tratamiento ambulatorio no basta para elaborar las causas de la adicción al sexo y mitigar la conducta
La persona debe ser ingresada en una clínica de desintoxicación si con la ayuda del/la psicólogo/a o del/la psiquiatra no ha conseguido reducir o eliminar sus conductas tóxicas, compulsivas, en relación con el sexo.
Si pasadas unas semanas o pocos meses de terapia se percibe que la persona es infeliz, y sigue buscando aliviar la infelicidad por medio del sexo, es importante que ingrese en un centro de desintoxicación para que viva una temporada de abstinencia forzosa. Es decir, un entorno que impida a la persona llamar a un teléfono erótico, acceder a páginas de encuentros o pornográficas, a asistir a prostíbulos, etcétera.
Si la terapia ambulatoria, que conforma el andamio donde apoyarse, resulta insuficiente, el ingreso representará un contenedor mucho más fuerte y seguro. Durante este período, la persona podrá transformar pensamientos, conductas y asentar las emociones que han sido las causas de la adicción al sexo.



9. El síndrome de abstinencia en la adicción al sexo puede tratarse con medicación y control de impulsos
En esta adicción resulta complicado de detectar el síndrome de abstinencia que sufre la persona cuando no le proporciona al organismo el estímulo adictivo al que está acostumbrado. La razón es sencilla: las ganas incontenibles suelen confundirse fácilmente con los deseos normales de tener una relación sexual.
Ahora bien, cuando este deseo se torna compulsivo, fuera de lugar o de los tiempos “normales” y saludables psicológica y físicamente, puede tratarse como cualquier otro control de impulsos en una adicción. Cuando es muy grave, con algunas medicaciones que ayudan a reducir esos arrebatamientos.
En el resto de casos, el síndrome de abstinencia sexual o “mono” se contiene con entrenamiento de los impulsos por medio de técnicas psicológicas para bajar la ansiedad. Con estos ejercicios constantes la persona aprende a conseguir tranquilizarse, relajarse.
Uno de los métodos para ellos es el entrenamiento autógeno de Schultz (concentración pasiva, meditación).
10. Una adicción que resulta complicada de detectar precozmente porque pasa por una conducta circunstancial de la persona
La sexual constituye una conducta que entra en la normalidad del día a día de las personas y que además representa un instinto básico de los humanos.
Y también está socialmente aceptada, incluso hasta celebrada cuando representa un comportamiento muy explorado y exuberante por parte de la persona. Por ejemplo, en esta sociedad alguien que es activa/o sexualmente llama más la atención, con cierta admiración, entre sus amistades que quien no lo es.
Las personas, por otra parte, caen en la adicción sin darse cuenta, pues el propio impulso que les copta les impide pensar de forma lúcida. Incluso incurren a menudo en el autoengaño para justificarse.
En tanto que, desde fuera, cuando se perciben signos de que una persona piensa todo el rato en lo mismo, el sexo, o cuando sus comportamientos y decisiones (mentiras, excesos, desorden) empiezan a desatar un poco de sospechas, se suele pensar que puede tratarse de una mala racha. O que es porque la persona acaba de romper con su pareja, está mal en el trabajo… es decir, que su actitud se debe a algo circunstancial.
Sin embargo, la señal de que las conductas relacionadas con el sexo pueden ser anormales siempre las brindan, como en otras adicciones, las variables de la cantidad y la calidad de los comportamiento en torno al objeto de la adicción: en este caso, todo lo relacionado con el sexo.
11. Un tipo de adicción que encuentra terreno fértil en la sociedad actual
Vivimos en una sociedad en la que el sexo es casi un producto a la venta. La prostitución y la pornografía constituyen algo común, presente en muchos sitios de la vida frecuentados por adolescentes y adultos. Por ejemplo, en películas de éxito, como Las 50 sombras de Grey. Es una cultura que fomenta el interés hacia el sexo y lo celebra como símbolo de éxito, potenciando así un instinto básico que tenemos.
Desde los productos culturales masivos las actitudes sexuales son promovidas siempre como positivas. Mientras que la posibilidad de que el sexo forme parte de una conducta adictiva se ignora en general.
Ello no impide que vivamos en una cierta hipocresía social y cultural. Porque al mismo tiempo que es fácil encontrar prostíbulos o pisos donde se practica la prostitución y acceder a contenidos sexual resulta sencillísimo desde cualquier terminal móvil; todavía el sexo constituye un tema tabú en los discursos oficiales y educativos.
Es difícil determinar si esta sociedad favorece este tipo de adicción, pero al menos es seguro que no le pone freno ni controla los efectos de tantos input sexuales.
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Redacción



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10 comentarios
- Fausto 12 Jul • 11:01
Hola, me encantaría acceder a la atención que le ofrecieron a Juan en la respuesta anterior
- Ximena 16 Abr • 03:28
Buenas noches, conozco a una persona que tiene todas la características que se mencionan en este artículo, adicional que yo no cooperó para poder ayudarle, ya que él tiene la necesidad de diario ver pornografía y a parte de todo el recurre a la masturbación después de que tenemos sexo y eso no me gusta, además que sus mismos impulsos e instintos le han hecho decirme cosas incoherentes ya que me menciona en cada acto sexual que desea ver me con otros hombres y eso causa después problemas ya que sus celos son incontrolables, necesito saber que hacer.
- Julio 04 Dic • 09:43
Hola. No se quedará satisfecho por eso actuará así. Intenta ahondar en su vida personal y conocerlo más te enriquecerá.
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Me he sentido reflejado en cada aspecto que se menciona en este artículo, pues es cierto tuve una infancia infeliz dónde tuve algún tipo de abuso o tocamientos
Pues ahora me siento así un adicto al sexo, estoy a punto de perder mi familia mi hogar …
Me he dañado mucho sin duda he intentado varias formas de salirme de esto sin éxito. Pues necesito acudir a un especialista