Ayuda a familiares de adictos
En Adictalia, consideramos que el apoyo familiar es fundamental en el proceso de recuperación de cualquier persona que padece la enfermedad de la adicción.
En este apartado te explicamos en detalle cómo es nuestro proceso de acompañamiento y ayuda a los familiares.

¿Cómo ayuda Adictalia a los familiares de una persona adicta?
Suena, una vez más, el teléfono en las oficinas de Adictalia. De inmediato, Rosa, terapeuta de Adictalia, atiende la llamada. Detrás se escucha la voz desgarrada de Marta. Ella tiene 52 años y un hijo de 22, Martín, que lleva más de dos años de descontrol a base de cocaína. La familia ya no sabe cómo conseguir que el joven inicie un tratamiento y, cada día, sufre la incertidumbre de no saber cómo ayudarle a salir de esa cárcel, ni tampoco cómo hacerlo ellos.
- ¡Ya no puedo más! ¿Cómo puedo hacer que quiera tratarse? – pregunta desesperada Marta.

Primero, Rosa profundiza en la realidad familiar para conocerla a fondo, porque cada caso de adicción es único. Emprende así un proceso de acompañamiento y orientación telefónica totalmente gratuito para Marta y su familia, que puede durar una conversación, o varias semanas de llamadas.
La terapeuta buscará en cada contacto inculcar la idea del “amor duro”: que la madre y toda la familia dejen de ceder a la manipulación, mentiras, agresiones de Martín; actitudes típicas de toda adicción. Este amor duro debe traducirse en límites concretos.

Martín puede llegar así a entender que no tiene otra salida que el tratamiento. Y Marta y su familia conseguir protegerse frente a las repercusiones de la adicción. Si todo va bien, Martín abandonará la negación de su enfermedad y aceptará, al menos por un momento, tratarse.

Para entonces, el equipo de Adictalia ya tiene estudiadas las opciones terapéuticas más adecuadas para atender sus necesidades y posibilidades.

Co-Adicción: los familiares de adictos, a veces también necesitan ayuda
La coadicción se presenta cuando una persona presta una atención y una preocupación desproporcionadas hacia el familiar adicto, por un lado, y una total falta de límites hacia sus actos, por otro. Esto conduce a la persona coadicta a abandonarse y depositar toda su energía vital el control y sobreprotección de la persona adicta.
La coadicción se caracteriza por:
- Asumir constantemente las responsabilidades, tareas y roles que le corresponden a la persona adicta, para “protegerla”
- Volcarse en “salvar” o “ayudar” a la persona con adicción, cueste lo que cueste para evitar su sufrimiento
- Olvidarse del cuidado propio, el bienestar y las necesidades personales por dedicarle un tiempo desmedido a controlar y proteger a la persona adicta
Los actos cotidianos de una madre coadicta pueden ser:
- Limpia y ordena el cuarto de su hijo adulto cada día, ignorando la dejadez de éste;
- Lavar su ropa;
- Cocinarle religiosamente;
- Darle dinero cuando lo pida, incluso por miedo a que no pueda pagar sus deudas y a escondidas de otros miembros del núcleo familiar;
- Llamar al trabajo por él cuando falta;
- Justificar sus actitudes irresponsables frente al resto de la familia, como llegar de madrugada, desatender responsabilidades, levantarse a deshoras;
- Ocultar que ha robado dinero a otros familiares.
- Y, al mismo tiempo, controlar de forma obsesiva para ver a dónde va, con quién, qué hace, con quién se comunica…
En medio de esa rutina, la persona coadicta sufre permanentemente y se debate entre la culpa, la rabia, el dolor...
Desde Adictalia, transmitimos en cada llamada a la familia la importancia de que rompa con este modus operandi, si es preciso acudiendo ella misma a terapia. Para ello, podemos orientarle a un tratamiento psicológico para familiares con coadicción.

Familiares en negación
Una persona que está sufriendo por la enfermedad de la adicción y no acepta que tiene un problema, ni quiere recibir ayuda de la familia, lamentablemente es un caso muy común.
En Adictalia, desde el primer momento asesoramos a las familias con pautas, consejos y herramientas para intentar cambiar esta situación.
Cuando nuestra ayuda no es suficiente, lo mejor es buscar otras alternativas, como acudir a un intervencionista o dependiendo del caso, intentar lograr un ingreso involuntario.
Intervención familiarIntervención familiar: una gran ayuda para familiares de adictos
Después de un tiempo de orientación por parte de Adictalia, si la persona continúa en negación, se recomienda la intervención de un especialista: un intervencionista que actúa para “hacer ver” a la persona, por medio de encuentros informales y pautas terapéuticas efectivas, que otra vida es posible y que es necesario que se trate en un centro.
La persona intervencionista interactúa con la adicta en diferentes situaciones desde un plano muy diferente al que lo viene haciendo la familia. Suele, en general, ser ex un/a adicto/a que, además de su experiencia vital, se ha formado como terapeuta en adicciones. Posee herramientas vitales y terapéuticas clave para tratar con la negación. Y, además, está limpia de cualquier vínculo emocional con ésta, lo cual protege a la relación de rasgos tóxicos o manidos, como los que se han generado durante años con el entorno cercano.
Las intervenciones tienen un alto grado de éxito. El proceso puede durar entre un encuentro puntual de un par de horas a un mes y medio de visitas del intervencionista a la persona adicta, en el lugar que esta se encuentre. El objetivo: predisponer a la persona a que ingrese en el centro de desintoxicación, al menos para conocerlo por dentro. Después dependerá del trabajo entre del centro, la familia y la persona adicta, que ésta quiera quedarse ingresada y realizar el tratamiento.
Ingreso involuntario
¿Existe alguna forma de ingresar al familiar adicto a un centro de desintoxicación contra su voluntad? Sí, pero es complicado y poco frecuente que se autorice.
Un ingreso involuntario en un tratamiento de adicciones requiere que una autoridad judicial dictamine el ingreso en función de un informe psiquiátrico que diagnostique que la persona carece de capacidades para decidir sobre su vida. Y que, además, representa un peligro para su integridad física y la de otras personas.
Hay casos en los que sí cumplen esos requisitos. En estos, si la persona desea abandonar el centro, el equipo terapéutico puede llamar a la policía para que le devuelva al tratamiento. Algo que no pueden hacer con las personas que ingresan por su voluntad, que son la gran mayoría, si quieren dejar el centro.
En muchos ingresos involuntarios, las técnicas aplicadas por el equipo terapéutico de los centros de desintoxicación consiguen romper la negación con la que ha ingresado involuntariamente la persona. No obstante, siempre será más positivo para el proceso que los ingresos se den de forma voluntaria, aunque sea con una aceptación a regañadientes de la persona.
Para ello, Adictalia acompaña y ayuda a la familia para que trabaje en sus actitudes hacia la persona adicta, para que ponga límites claros y firmes. Así se consigue, a menudo, que ésta acepte que sufre un problema y que necesita ayuda.
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