Psicólogos especialistas en adicciones en España
Las mejores opciones de psicólogos especialistas en adicciones de España las encontrarás en este directorio de Adictalia. Pero si crees que tu caso requiere ingreso en un centro, ve a esta sección.
Debajo del mapa, te contamos todo lo que debes saber sobre un psicólogo especialista en adicciones, qué es y cómo trabaja.
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¿Qué es un psicólogo especialista en adicciones?
Es un profesional experto en técnicas y herramientas, que facilita a quien sufre la enfermedad de la adicción la aplicación de éstas, para alcanzar soluciones frente a sus necesidades de consumo.

Según la Organización Mundial de la Salud, la psicoterapia, en este caso la relacionada con las adicciones, consiste en:
- Un conjunto de intervenciones realizadas por un psicólogo especialista en adicciones estructuradas y planificadas
- Incluyen medios verbales y no verbales, pero nunca biológicos o bioquímicos (aunque el tratamiento puede estar combinado con otro de tipo psiquiátrico, donde sí emplean fármacos)
- Estas acciones terapéuticas buscan incidir sobre la conducta de la persona adicta: su estado de ánimos, sus conductas emocionales frecuentes…
- Los objetivos principales de la terapia apuntan a que la persona adicta elimine el sufrimiento interno que la lleva a consumir
- Y a que consiga habilidades para enfrentar situaciones cotidianas de las cuales busca escapar por medio de la droga o de conductas destructivas
- Las intervenciones psicológicas se realizan en un entorno clínico, como una consulta privada, un hospital, un centro de desintoxicación, una asociación…
¿Qué hace un psicólogo especialista en adicciones con sus pacientes?
- Un psicólogo especialista en adicciones escucha. Esta es quizá la parte más importante de la terapia: recibir lo que la persona adicta tiene que contar de su vida afectiva, emocional, conductual, de su historia personal y familiar.
- A partir de ahí, conjuntamente con el paciente, deberá encontrar el o los motivos por los cual su paciente recurre al consumo reiteradamente. Para ello indagará en los diferentes planos (personal, social, familiar) de la persona que sufre la enfermedad de la adicción.
- Una vez detectados los detonantes detectados de consumo, se establece un plan específico para ofrecerle al paciente las herramientas adecuadas para evitar el consumo, afrontando el problema que le conducen a ello. Entre estas prácticas podemos mencionar algunas como la resolución de problemas interpersonales, revisión de creencias negativas, relajación y respiración, entrenamiento de habilidades sociales.

¿Por qué asistir a un psicólogo especialista en adicciones tras salir de un centro de desintoxicación?
La adicción es una enfermedad crónica y recidivante, es decir, que puede volver el deseo de consumir y la persona recaer tras desintoxicarse.
Por ello, resulta útil conocer cuáles son las etapas de un tratamiento de recuperación de una persona adicta. Siempre teniendo en cuenta que este recorrido terapéutico pueden variar en función de cada caso y del equipo médico que lo lleva.
Tratar de forma integral y a largo plazo una adicción implica las siguientes etapas:
- Desintoxicación. El ingreso es la primera etapa del tratamiento donde se procede a la desintoxicación y al inicio de todo el tratamiento psicológico que hay detrás. Pero es solo la primera etapa, una vez el paciente sale del centro debe continuar su tratamiento.
- Deshabituación. Empieza a trabajarse con el paciente aún en el centro de desintoxicación y continúa en un piso tutelado o residencia, donde la persona vive por un tiempo determinado.
- Rehabilitación. La etapa de rehabilitación se inicia cuando la persona consigue erradicar el impulso adictivo compulsivo y puede sostener una mínima estabilidad orgánica. Esto sucede cuando logra superar las fases de desintoxicación y deshabituación.
- Reinserción. La persona comienza a tener mayor contacto con la sociedad, a practicar y desarrollar las nuevas habilidades para relacionarse y vivir sin la necesidad de consumir. Acude para ello a centros de día.
- Terapia de recuperación. La persona acude a centro ambulatorio y psicólogos para realizar terapia individual y de grupo, con el fin de sellar su nuevo estilo de vida, sus nuevos patrones psicológicos y emocionales. Así como para estimular su crecimiento personal. La frecuencia de las sesiones dependerá de cada caso.
- Mantención. Como mencionamos anteriormente, la adicción es una enfermedad crónica. Por tanto, aunque la persona haya pasado por las cuatro fases mencionadas para su recuperación, debe mantener una proceso terapéutico constante que le ayude a crecer, a reforzar herramientas y a enfrentar momentos de debilidad y riesgo de consumo.
Mantención: la etapa clave donde interviene el psicólogo especialista en adicciones
Aunque el imaginario colectivo considere que la persona adicta sólo debe «decidir» dejar su hábito. Lo cierto es que, para alguien con adicción, es muy complicado abandonar el consumo de un día para otro y dejar de sentir automáticamente el deseo de reincidir. Incluso cuando ya se haya procedido a la desintoxicación, los impulsos y necesidad de consumo siguen estando presente en la persona adicta. y es ahí donde hay que reforzar el tratamiento con un seguimiento ambulatorio y psicológico.
Así, tras la desintoxicación, la deshabituación, la reinserción y la recuperación, la persona requiere una terapia de «mantención» que le ayude a descubrir la motivación por vivir sin consumir. Las personas que sufren la adicción en sus vidas han de mantener la guardia en alto.
¿Qué significa esto? Han de trabajar constantemente en su crecimiento personal y aprender las técnicas y habilidades que les permita sostener la abstinencia y no sentir deseo de recaer. Pero, sobre todo, que le ayuden encontrar la alegría, el estímulo necesario para vivir de forma saludable. Estos son los objetivos de una etapa en la que un psicólogo especialista en adicciones acompaña a la persona recuperada pero que debe convivir con la enfermedad crónica.
¿Cómo evalúa el psicólogo especialista en adicciones el problema que origina el consumo?
Como otros especialistas en comportamiento humano, el experto en adicciones emplea herramientas para indagar en la personalidad de la persona drogodependiente o adicta conductual. Entre ellas, podemos citar:
- La entrevista
- La historia clínica
- Tests
- Cuestionarios
- Diario de pensamientos y emociones del paciente
- Feedback fisiológico del consumo
- Realidad virtual

¿Qué tipos de terapias existen para tratar las adicciones?
En la breve historia de la psicoterapia se han desarrollado diferentes escuelas. Es decir: un psicólogo especialista en adicciones trabaja a partir de uno o varios de los diversos modelos para comprender y abordar el tratamiento de la conducta humana. Estos marcos teóricos al final determinan las técnicas de interacción con el paciente y cómo tratar la resolución del problema que origina, en este caso, la enfermedad de la adicción.
Las diferentes técnicas de psicoterapia se agrupan en cinco modelos:
- Psicodinámico (psicoanálisis)
- Cognitivo-conductual (terapias conductual, cognitiva, contextual…)
- Humanista (Gestalt, Transaccional, Logoterapia…)
- Construccionistas (sistémica, estratégica…)
- Constructivista (Mindfulness, Cognitivo-procesal sistémica…)
La tendencia a combinar técnicas de diferentes modelos…
Diversos estudios científicos arrojan evidencias sobre el éxito de las terapias cognitivo conductuales en el tratamiento de las adicciones. Sin embargo, cada vez más se ve que un psicólogo especialista en adicciones busca integrar técnicas de los diferentes modelos, en función del tipo de diagnósticos y de problema de adicción a tratar.
Cada caso de adicción es único. Numerosos expertos consideran que abrir el tratamiento a herramientas terapéuticas diversas,, más allá de dónde provengan, puede ser beneficioso para el paciente, según sus características y necesidades. Y es que la enfermedad de la adicción es multidimensional, afecta a muchos aspectos de la persona. Por tanto, una terapia eficaz incluye componente de diferentes escuelas de psicoterapia.
Así lo explica el psicoterapeuta e investigador Ioseba Iraurgi Castillo:
“Creo que las personas que buscan soluciones a sus problemas van acumulando las diferentes estrategias que se le van proponiendo, pero hacen uso de ellas o no en función de muchos factores que gran parte de las veces no tienen que ver con el contexto terapéutico sino con la oportunidad vivencial de poder ponerlas en práctica o con su capacidad en ese momento para asumirlas. […] De este modo, una técnica apropiada para un determinado problema puede no ser operativa simplemente porque falta un componente, llámese motivación, apoyo social, sobresaturación de las consultas, falta de conexión consultor-consultante,…”
¿En qué se diferencia cada modelo de terapia para las adicciones?
El psicólogo especialista en adicciones suele seguir una línea de actuación en el tratamiento. Estas pautas dependerán, obviamente, del modelo en el que se enmarque su formación, y también de sus criterios profesionales. Por tanto, puede aplicar herramientas de un modelo de forma pura o combinarlas con otras de una escuela terapéutica diferente.
Terapia motivacional:
Diseñada en principio para aplicarla a personas con alcoholismo, este modelo se basa en evitar durante la entrevista toda confrontación con la persona adicta. Esto, incluso en casos en que el paciente se muestra dubitativo sobre dejar el consumo; de hecho, el experto debe aceptar esta ambivalencia.
La terapia motivacional busca que el paciente evidencie por qué debe preocuparle su conducta. Como su nombre lo indica, esta terapia busca estimular la motivación para encontrar soluciones, para provocar cambio de vida, luego de que la persona adicta identifica el problema.
Terapias Conductuales y Cognitivo-Conductuales:
La corriente cognitivo-conductual para el tratamiento de las adicciones enmarca a su vez diferentes técnicas, que pueden emplearse individualmente o combinadas:
- Entrenamiento en habilidades sociales y de afrontamiento. Considera que la persona adicta no tiene destrezas relacionales o sociales y esto le provoca situaciones de estrés que la conducen a consumir. Por ello, esta técnica fomenta habilidades de afrontamiento y autocontrol frente al consumo, sobre todo en esas situaciones críticas
- Terapia de manejo de contingencias. Se basa en que las personas reincide y recae en el consumo por las consecuencias derivadas de él, por lo que obtiene. Por tanto, si se condiciona el resultado (con acciones de premio o castigo) se incide sobre la necesidad de consumir. Por ejemplo, las personas que logran objetivos de abstinencia reciben vales canjeables por servicios o bienes.
- Terapia de exposición a señales. Se basa en la idea de que existe un estímulo que lleva a la persona a predisponerse para consumir. Es decir, que el consumo se encuentra precedido de una señal determinada que condiciona el deseo de la persona. Así, ésta asocia inconscientemente el acto adictivo a un determinado estímulo. Por tanto, esta técnica trabaja para reducir la reactividad del paciente a esa señal, exponiéndolo y fomentando el autocontrol.
- Programas de reforzamiento comunitario. Estas estrategias terapéuticas incluyen diversos elementos. Buscan es que la persona mantenga su abstinencia trabajando en reforzar y cambiar aspectos que son positivos para que la persona no necesite consumir. Por ejemplo, solucionar problemas judiciales, de vivienda; ofrecer terapia de pareja; identificar problemas laborales y vocacionales que pueden estimular el consumo y trabajar para resolverlos; fomentar destrezas sociales y de autocontrol para evitar la recaída…
- Prevención de recaídas. Busca que la persona adicta identifique las emociones, pensamientos, conductas y situaciones que la exponen a un alto riesgo de consumo. Y dota a la persona de habilidades para afrontar esos patrones, resolverlos, para que no conlleven una recaída. Según esta terapia, la persona recae porque no cuenta con las habilidades necesarias para salir de forma saludable de situaciones de riesgo de consumo.
- Terapia cognitivo conductual. Por medio de analizar el funcionamiento cotidiano, psicológico y emocional, y de entrenar técnicas para autocontrolarse, la persona adicta re-aprende conductas diferentes a las que le conducen a consumir. Busca que el paciente cambie pensamientos, creencias, sentimientos; aprenda a identificar y enfrentar situaciones críticas.
- Terapia cognitiva. Esta línea, una de las más conocidas, considera que las personas nos sentimos, actuamos y hasta reaccionamos físicamente, en función de cómo acomodamos mentalmente las experiencias que vivimos. Según cómo estructuramos estas cogniciones, pues manifestaremos unos comportamientos y emociones u otros. Así que, en una adicción, el consumo está relacionado con los estímulos derivados de nuestro sistema de creencias. Y si cambiamos esta estructura, que se puede identificar y cambiar, podremos conseguir afrontar la adicción.
- Terapia conductual familiar y de pareja. Trabaja sobre las relaciones interpersonales en el entorno cercano de la persona adicta, con el objetivo de lograr una comunicación sana, no violenta, entre sus integrantes. De esta forma, se entrena las habilidades comunicativas y relacionales para evitar situaciones que predispongan a la persona a consumir para evadirse. Se asignan tareas concretas, se pactan conductas de relación, se trabajan los vínculos conflictivos…
Terapias centradas en la familia
Otorgan a las relaciones familiares un papel clave en la resolución de conflictos que acarrean el consumo por parte de la persona con adicción. Considera que, en ocasiones, ésta consume como reacción al sufrimiento que le generan los problemas familiares o, incluso, porque en la misma familia existen varias personas con adicciones.