ENTREVISTA AL PSICÓLOGO RAFAEL PENADÉS
Aumento de ansiolíticos y psicofármacos en España entre adolescentes
Por qué los hipnosedantes son la cuarta droga más consumida entre jóvenes
Artículo actualizado el

Aparece en este artículo
La Encuesta sobre el uso de drogas en enseñanzas secundarias en España señala que los tranquilizantes y somníferos son la cuarta droga más usada por personas de entre 14 y 18 años en España. Por su parte, la encuesta Edades indica que casi un 10 por ciento de la población española entre 15 y 64 años consume ansiolíticos, benzodiacepinas o hipnóticos.
A diferencia de otras drogas, esta marca una tendencia de crecimiento más pronunciada. Incluso frente al alcohol o el cannabis, cuya demanda se mantiene más estable. De hecho, en los últimos 18 años, el consumo de tranquilizantes en esa franja de edad se ha triplicado. Y eso que quienes más demandan este tipo de medicamentos son las personas mayores de 65.
En España, existen alrededor de 35 presentaciones comerciales diferentes para los medicamentos conocidos como hipnosedantes. En 2017 se vendían al año unos 52,6 millones de envases de fármacos derivados de las benzodiacepinas. Alrededor de unas 55 dosis diarias por cada 1000 habitantes. Los efectos más conocidos de este grupo de fármacos son: hipnóticos, sedantes, ansiolíticos, amnésicos, anticonvulsivos y miorrelajantes. Las benzodiacepinas poseen un alto potencial de generar adicción.
El precio en el mercado negro de una pastilla de ansiolítico puede ser de 2 euros. Cuando la caja prescrita por profesionales médicos vale en la farmacia alrededor de 1,50. Quienes las venden suelen ser personas con acceso a recetas médicas.
Para contextualizar estos datos y bucear en las causas y consecuencias del consumo de hipnosedantes, Adictalia consultó a Rafael Penadés, psicólogo Clínico y miembro Unitat d’Esquizofrènia de l’Hospital Clínic i investigador de l’IDIBAPS i del CIBERSAM.
Te puede interesar...
Antidepresivos y otros psicofármacos en España entre menores de 18
– El consumo de tranquilizantes entre adolescentes en España es cada vez mayor, según las encuestas. ¿A qué cree que se debe?
– No es fácil encontrar una causa única, pero las más frecuentes son el uso recreativo y la automedicación.
La primera causa se debería a las mismas razones por las que se consume cannabis o marihuana en estas edades, es decir: para facilitar la desinhibición social, sentirse bien o tener una sensación de subidón, relajarse o aliviar tensiones.
La otra razón viene dada a partir de un proceso por el que el o la adolescente se identifica con los síntomas que experimentan algunos de sus familiares y decide medicarse con el mismo tratamiento. La disponibilidad de estos fármacos en muchos hogares de nuestro medio y la facilidad para encontrarlos por Internet hacen el resto.
– ¿Cómo cree que la pandemia ha influido en esta tendencia de consumo que se ha acentuado en los últimos cinco años?
– Sin duda alguna, los adolescentes son la franja de edad que ha salido peor parada de la pandemia en términos de salud mental. Se ha multiplicado por tres el número de cuadros clínicos de salud mental, con un aumento de las autolesiones, adicciones e incluso de tentativas suicidas a raíz de la pandemia.
– ¿Cómo cree que influye el uso de las nuevas tecnologías y redes sociales en el consumo de estos fármacos entre adolescentes?
-Tanto la sobreexposición a las redes sociales como el abuso de las nuevas tecnologías está altamente asociado a dificultades de autoestima, dificultades interpersonales y alteraciones emocionales. Cuanto peor se siente la persona, mayor abuso comete y así se cierra el círculo. Por tanto, se sienten cada vez más vulnerables y, sobre todo, cada vez son menos capaces de pedir ayuda, por lo que acaban intentado solucionar el problema por cuenta propia.
Por último, internet ofrece un mercado negro con disponibilidad inmediata. La persona adolescente no tiene ni que salir de su habitación para adquirir estas sustancias en el mercado negro “virtual”.
Mujeres y psicofármacos
– Parece que las mujeres toman más hipnosedantes. ¿Cuál cree que es el motivo?
– Por un lado, porque los médicos y médicas las indican más a las mujeres. Por otro lado, porque las mujeres se adhieren más a los tratamientos prescritos. Los hipnosedantes son sustancias con alto poder adictivo, por lo que si no se realiza un seguimiento adecuado pueden generar problemas.
Otra causa es que la prevalencia de trastornos ansiosos y depresivos es mayor en las mujeres.
– Los hipnosedantes necesitan receta para ser expedidas. ¿Cómo llegan las adolescentes a hacerse con ellas?
– La mayor parte de las veces las personas adolescentes consumen estas drogas combinadas con el alcohol. Así suelen iniciarse: en botellones, fiestas o reuniones, consumiéndolas conjuntamente. Otras veces acceden a ellas porque sencillamente están a su alcance en su propio hogar, ven cómo las usan los adultos demasiado frecuentemente.
Hay que tener en cuenta que el uso de ansiolíticos está muy extendido en nuestro país, de hecho, es uno de los países donde más se prescriben en el mundo.
– ¿Existe un mercado negro reconocido de estas sustancias?
– Sabemos que estas pastillas se venden en los círculos adolescentes de la misma forma que se trafica con otras sustancias de abuso como el cannabis o la marihuana. Habitualmente, los y las adolescentes las toman mezcladas con alcohol y ambas sustancias se obtienen generalmente juntas. Resulta sorprendente que sustancias como el clonazepam o el diazepam puedan circular tan fácilmente entre los adolescentes.
Consecuencias del abuso de fármacosConsecuencias del uso de antidepresivos
– ¿Cuál es el riesgo, a corto, medio y largo plazo, de que a estas edades se inicie el consumo de este tipo de fármacos?
– Las personas que recurren a la automedicación para aliviar sus problemas emocionales acaban experimentando una intensificación de esos mismos síntomas a corto plazo, debido a que no resuelven sus problemas y se sienten más dependientes y desgraciados.
A medio plazo producen dependencia y confusión mental. A largo plazo, y si el abuso se mantiene durante largo tiempo, se pueden desarrollar trastornos más graves como problemas respiratorios, sarpullidos, ronquidos, dificultad en la deglución, urticaria o inflamación de ojos, labios, garganta o lengua. Puede afectar permanentemente la memoria y otras funciones cognitivas.
– En todo caso, ¿cómo explicar al público general por qué no conviene automedicarse con estas sustancias?
– Son sustancias peligrosas, que pueden producir dependencia y que, además, dañan la salud cuando no se utilizan bajo prescripción médica. También pueden interactuar con otros medicamentos que se estén tomando y causar un daño irreparable. Se calcula que más de 50.000 muertes en todo el mundo se deben al efecto o mal uso de los psicofármacos.
– ¿Cómo puede la familia darse cuenta de que sus hijos/as están consumiendo estos fármacos? ¿Qué señales atender?
– Algunos de los efectos del consumo de estos fármacos pueden llamar la atención en un adolescente, como somnolencia, confusión, andar de manera inestable, habla arrastrada, problemas de concentración, mareos o problemas de memoria. Por otra parte, hay que prestar atención a que estas señales se acompañen de comportamientos como el abuso de pantallas, hostilidad o cambios de humor, dormir de más o de menos, toma de malas decisiones o aislamiento social.
– ¿Qué efectos secundarios pueden tener estos medicamentos?
– Los ansiolíticos y tranquilizantes pueden producir un gran rango de efectos secundarios como somnolencia, temblores, rigidez muscular, visión borrosa, problemas en la coordinación, problemas de memoria, taquicardias, reacciones alérgicas, problemas renales, síndrome de las piernas inquietas, alteraciones del ciclo menstrual y disfunción sexual entre otros. Son causa de caídas, accidentes domésticos y de tráfico.
– ¿El hecho de que sean legales puede inspirar en jóvenes la idea de que estas drogas no tienen efectos perjudiciales?
– El uso de la prescripción médica y la obligación de obtenerlas mediante una receta da idea de que es una sustancia peligrosa. Pero es verdad que el hecho de que sea una sustancia que los médicos dispensan de forma tan frecuente puede generar una percepción de menor peligro, en comparación con otras sustancias. Los modelos familiares y la influencia de las redes sociales expandiendo bulos y opiniones distorsionadas pueden resultar determinantes.
Actualidad en EspañaLas estadísticas sobre el uso de ansiolíticos y antidepresivos en España
– ¿Se recetan con demasiada facilidad este tipo de medicamentos en España?
– España ocupa el primer lugar del mundo en consumo de benzodiacepinas, medido por el índice de consumo por cada 1.000 habitantes [más de 91 dosis diarias por cada 1.000 habitantes de ansiolíticos, hipnóticos y sedantes], según el último informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes. Según este informe, se utilizan para tratar casos leves de ansiedad, insomnio o trastornos emocionales. Un dato curioso es que el aumento del consumo de ansiolíticos desde 2020 es proporcional a la disminución del consumo de alcohol y tabaco.
– ¿Cuáles son las principales medidas que cree que se deberían adoptar para evitar que este problema entre adolescentes continúe creciendo?
– La principal medida, en mi opinión, es informar a los adolescentes de los riesgos que conlleva el consumo de estos fármacos. En segundo lugar, limitar el acceso. Los ansiolíticos se encuentran frecuentemente en cualquier lugar de la casa, lo que puede incitar a su consumo por parte de jóvenes.
Otra medida importante es no convertirnos, como adultos, en un modelo de automedicación. Muchos padres y madres toman la decisión de consumir fármacos por su cuenta en un momento de crisis o ansiedad, sin consultar a especialistas médicos. Es fundamental evitar que esto ocurra y buscar siempre una valoración profesional previa. Es importante que los adolescentes aprendan que el uso de esta medicación requiere una prescripción médica que resulta de una evaluación y seguimiento rigurosos.
– ¿Cuáles son los principales perfiles de adolescentes que acusan problemas de salud mental que estáis recibiendo en consulta?
– No existe un perfil definido, ni un único factor precipitante. Pero situaciones de aislamiento, acoso escolar, falta de oportunidades, sobreexposición a las redes sociales, baja autoestima, desarraigo familiar o comunitario, son algunos de los factores que aparecen actualmente con más frecuencia entre los jóvenes con problemas de salud mental.
– ¿Qué sensación e impresión profesional, a partir de lo que observa en consulta, le sugiere la evolución del consumo de este tipo de fármacos en adolescentes?
– Los ansiolíticos son una de las sustancias de abuso más consumidas por los adolescentes, solo por detrás del alcohol y el tabaco. En mi opinión, la disponibilidad de estas sustancias, que se utilizan para un uso lúdico entre adolescentes, hace que estos las prefieran y que acaben por sustituir a otras menos disponibles.
Por otra parte, los y las adolescentes también acceden a ellas como remedio rápido para paliar sus problemas emocionales. Resultaría importante en estos casos que pudiéramos facilitar el acceso a los servicios de salud mental cuando más se necesita. Quizás estemos fallando en este propósito como sociedad, ya que es difícil obtener ayuda profesional por las dificultades derivadas de la escasez de recursos asistenciales y las insuficientes inversiones en la sanidad pública.
Si te gustó el artículo, ¡compártelo!
Redacción



Equipo Adictalia
Artículos relacionados
Mantente actualizado sobre las novedades del sector. La salida es colectiva. Consejos para prevenir la ludopatía en adolescentes Entrevista con el director del equipo que trató a un adolescente adicto a los videojuegos Las consecuencias de los atracones de alcohol durante la juventud Cómo es el panorama español de consumo de fentanilo ¿Pueden estos medicamentos crear dependencia y adicción? Por qué esta benzodiacepina tan popular engancha y hasta puede resultar mortal 5 minutos
Mi hijo es ludópata: ¿cómo evitar la adicción al juego en jóvenes?
Artículo actualizado el 16 minutos
Hijo adicto a los videojuegos: cómo fue el tratamiento, qué hacía, qué pensaba…
Artículo actualizado el 9 minutos
Binge drinking: por qué emborracharse afecta al cerebro adolescente
Artículo actualizado el 9 minutos
Fentanilo arcoíris: ¿cuánto hay de alarmismo y cuánto de realidad?
Artículo actualizado el 15 minutos
Adicción a las benzodiacepinas
Artículo actualizado el 5 minutos
El Diazepam crea adicción
Artículo actualizado el