La diferencia entre centros de drogodependencia y de desintoxicación.
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¿Qué necesita mi familiar: un centro de drogodependencia o de desintoxicación? ¿Qué busco? ¿Por dónde empiezo? En el imaginario colectivo, la palabra adicción se asocia directa y casi exclusivamente con la de drogodependencia. Sin embargo, reconocer la diferencia entre ambas es fundamental para empezar a comprender esta enfermedad y, por tanto, buscar soluciones.
EL CENTRO DE DROGODEPENDENCIA COMO AYUDA LÍMITE PARA ADICCIONES A SUSTANCIAS…
… PERO LA ADICCIÓN ABARCA MUCHO MÁS QUE DROGAS
¿Qué diferencia hay entre drogodependencia y adicción?
- Cuando la conducta adictiva está relacionada con drogas, sustancias, entonces hablamos de drogodependencia.
- La adicción refiere a toda conducta dependiente patológica de sustancias y también de objetos, actitudes y personas, es decir: no sólo drogas.
En este sentido, la drogodependencia abarca adicciones como a la cocaína, el cannabis, éxtasis… La enfermedad de la adicción tiene un sentido más amplio, y además las mencionadas dependencias comprende otras de tipo comportamental como la ludopatía, la adicción al sexo, a los videojuegos o incluso la dependencia emocional hacia la pareja.
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¿Qué es un centro de drogodependencia? ¿Qué diferencia hay con los centros de desintoxicación?
- Un centro de drogodependencia es un sitio donde se trata, sobre todo con fines paliativos o incluso sustitutivos (metadona), específicamente la adicción a las sustancias tóxicas: alcohol, heroína, cocaína. Esta categoría engloba la actividad de determinados recursos públicos para el tratamiento de adicciones que los gobiernos ponen a disposición de la población en situaciones límite: cuando la toxicomanía tiene contra las cuerdas la vida del paciente y este no puede afrontar un tratamiento integral en el sector privado.
Sus servicios buscan, sobre todo, atenuar las consecuencias de la enfermedad de la drogodependencia en última instancia, por medio de farmacología, porque ya no existe otra alternativa. Aquí se cuentan dispensarios de metadona, parte de las unidades de conductas adictivas de cada provincia (UCA, CAID, CPD…), unidades de salud mental en hospitales. Pero debemos dejar claro que un centro de drogodependencia no es un sitio donde se realiza una terapia recuperación de la persona. - Un centro de desintoxicación constituye un espacio terapéutico multidisciplinar donde se tratan las adicciones de todo tipo, no sólo a sustancias, y el objetivo terapéutico consiste en recuperar a la persona para que pueda vivir sin la necesidad de consumir un hábito que la destruye.
Para ello, además de tratamientos paliativos, se busca, después de conseguir la limpieza orgánica en el caso de las adicciones tóxicas, ir a la raíz de su adicción. Es decir, que a diferencia de un centro de drogodependencia, estos complejos terapéuticos están diseñados para rehabilitar a la persona en todas sus facetas, desde la desintoxicación a la adicción que sea, hasta su reinserción social pasando por la deshabituación. El 100 por ciento de las clínicas para adicciones del sector privado en Madrid, como en el resto del país, se incluyen en este apartado.
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– Entonces, ¿los centros de drogodependencia y de desintoxicación son privados o públicos?
– Los centros de desintoxicación en la mayoría de casos son privados. Existen centros concesionados o semipúblicos donde hay un determinado número de plazas, muy limitado, que están subvencionadas por la Seguridad Social y los planes nacional y provinciales de Drogas. Las plazas en este sector son reducidas y las listas de espera prolongadas. Otros centros tienen un carácter de asociación o fundación.
Por su parte, lo que se considera como centros de drogodependencia (es decir: recursos públicos destinados a tratar la adicción a drogas desde el punto de vista sobre todo farmacológico) son públicos.
– ¿Qué hay en España: centro de drogodependencia o de desintoxicación?
– El 100% de los centros privados que existen en Barcelona, Madrid o el resto de España se dedican a la adicción en todas sus variantes: tóxicas y no tóxicas o comportamentales. Es decir, que tratan la adicción a las drogas, pero también al teléfono, al sexo, al juego. Los servicios que se dedican exclusivamente a la drogadicción pertenecen al sector público y, como comentamos, están dispuestos por los gobiernos de cada comunidad para casos en que la persona necesita una tratamiento farmacológico. A menudo esto se limita a ser un paliativo de la enfermedad.
El tratamiento de la drogodependencia y de las adicciones en general debe ser integral, contemplar la parte bioquímica, pero también la psicológica, la emocional y la social. En el sector público también existen comunidades terapéuticas y asistencia psicológica, pero las listas de espera son abultadas y se tiende a priorizar los casos de mayor urgencia.
El tratamiento a nivel psicológico es el mismo para todas las adicciones puesto que la raíz del problema parte de la misma base: una incapacidad a la hora de controlar los impulsos.
– ¿Puede una persona con una adicción conductual como el juego estar en un centro de desintoxicación con una persona drogodependiente?
– Sí, se pueden mezclar, de hecho, el tratamiento a nivel psicológico es el mismo puesto que la raíz del problema parte de la misma base: una incapacidad a la hora de controlar los impulsos, bien sea frente a una sustancia o hacia un comportamiento compulsivo. El problema es que un centro de drogodependencia, que pertenece o es gestionado desde la parte pública, está mucho más limitado en cuanto plazas y recursos, por lo que generalmente sólo suelen ingresar las adicciones tóxicas en casos muy extremos.
Esto es así porque se considera que son las que ponen en riesgo de forma más directa y comprometida la salud de la persona y, por tanto, también su vida. En los casos de adicciones no tóxicas, en el servicio público suelen derivarlos a otro tipo de recursos a nivel ambulatorio, donde también se trata su problema adictivo, pero sin opción a ingreso.
Por su parte, la totalidad de clínicas privadas que se orientan a la desintoxicación y deshabituación, acogen grupos reglados de personas con adicciones tanto tóxicas como conductuales o comportamentales (que no consumen sustancias, pero tienen una dependencia patológica). Todo dependerá de las posibilidades físicas y profesionales del centro, y, por supuesto, del paciente y la profundidad de su enfermedad



CONVIVENCIA CONTROLADA DE TODAS LAS ADICCIONES
– ¿Es importante que las personas con adicciones comportamentales estén separadas de las que sufren adicciones tóxicas?
– En principio, una persona drogodependiente se va a sentir poco identificada con una que sufre ludopatía (adicción al juego) que se está tratando en un centro, y viceversa. Pero conforme avanzan en el tratamiento, se van dando cuenta de que el problema de base es el mismo: falta de autocontrol a la hora de gestionar ciertos estímulos en su vida diaria.
Las personas drogodependientes sufren una fase de desintoxicación física que requiere un control médico y una farmacología específicos.
No obstante, aunque todas las adicciones poseen una raíz psicológica y genética común o similar, en el caso de los drogodependientes existe la fase de desintoxicación física, donde se necesita sobrellevar el síndrome de abstinencia con un control médico y una farmacología específicos. En el caso de las adicciones no tóxicas, aunque también existen estos síndromes de abstinencia, no suelen ser tan severos.
En las clínicas privadas se tratan todas las adicciones conjuntamente, aunque procuran separar a los pacientes según su patología. Esto sirve para conseguir una mayor identificación entre ellos y, como consecuencia, alcanzar mayor eficacia en el tratamiento.
– ¿Qué puede ocurrir si el centro mezcla en el tratamiento a pacientes con adicciones diferentes?
– Pongamos un ejemplo muy sencillo, aunque hay muchos y más complejos. Un centro puede estar muy preparado para acoger a una persona con adicción al tabaco y juntarla con adictos a sustancias como la cocaína o los fármacos. Pero estas personas necesitan fumar en determinados momentos para sobrellevar su abstinencia. Por lo tanto, estar con personas que fuman cuando intentas dejar el tabaco no es nada positivo para el tratamiento.
Por eso, hay que tratar cada adicción de manera específica a nivel individual. Y lo mejor para ello es que los centros estén preparados para abordar cada una de las patologías. Si bien se ha demostrado que terapéuticamente todos los pacientes, más allá de su adicción, se benefician de una charla, taller o evento conjunto. Siempre ha de resguardarse que pertenecen a grupos diferentes, con los cuales se identifican a partir de la adicción que sufren.


