Respuesta en torno a la frase “un adicto siempre será un adicto”
Sobre el autor o la autora de las respuestas de este contenido:
Las tasas de recuperación de personas con adicción varían según la fuente que se consulte. Algunas dicen que entre las personas que realizan un tratamiento adecuado durante 2 a 5 años, la tasa de éxito ronda el 60 por ciento. Otras advierten que este porcentaje llega al 80 por ciento. Pero lo cierto es que se trata de cifras complicadas de determinar y que cada caso de adicción es único, por tanto, sus posibilidades de recuperación también lo serán.
Una cosa sí está clara: quienes quieren salir y encuentran el apoyo, el tratamiento, adecuado, pueden hacerlo. De hecho, hay mucha gente que lo hace, y de eso tenemos constancia en Adictalia, donde realizamos un seguimiento de las personas que guiamos a centros de desintoxicación de toda España y reciben el alta.
Pero no se puede obviar que el riesgo de las recaídas está siempre a la vuelta de la esquina. Esto está muy relacionado con lo que una gran parte del campo científico apunta: que la adicción es una enfermedad crónica. Y, como tal, convive con la persona a lo largo de la vida. Dependerá de diversos factores que quien la sufre consiga controlar la patología.
De hecho, se suele comparar las tasas de recaídas en adicciones con las de otras enfermedades crónicas como la diabetes, el asma o la hipertensión. En todas, los porcentajes son parecidos. El problema, probablemente, es que la sociedad en gran parte rechaza la idea de que la adicción sea una enfermedad, la estigmatiza como un vicio de la persona. La ciencia, en cambio, aprueba el concepto de la patología adictiva y la Organización Mundial de la Salud lo avala.
Entonces, partiendo de la base de la cronicidad de la enfermedad de la adicción, surge la duda de si existen realmente posibilidades de recuperación, entendida esta como sanación. Para despejar esta incertidumbre, el equipo de Adictalia ha respondido a preguntas frecuentes que suelen enviarnos.
LA RECUPERACIÓN DE UN ADICTO
– ¿Cuánto tiempo se necesita para dejar una adicción? Es decir, para considerar a alguien recuperado.
– Hay que distinguir entre dos factores. Por un lado, si ha dejado de consumir y se ha mantenido abstinente al menos un año en relación con cualquier tipo de sustancia y ha conseguido continuar un tratamiento terapéutico durante al menos dos años. Por otro, debemos tener en cuenta que el cerebro adicto en la mayoría de los casos presenta características crónicas. O sea, que una persona puede vivir con un cerebro adicto toda su existencia, pero, con herramientas terapéuticas, puede abstenerse de consumir. El cerebro adicto le marcará siempre una tendencia a protagonizar conductas obsesivas; baja autoestima; actitudes compulsivas.
Dependerá de la vida que elija o pueda diseñar la persona con el tiempo, con terapia, métodos cognitivos conductuales, y evolución personal. Esto determinará en gran medida su calidad de vida. Por tanto, se habla de superar la adicción cuando la persona ha pasado un año sin consumir y ha trabajado terapéuticamente su abstinencia durante 2 a 4 años. Pero la semilla de la enfermedad crónica de la adicción sigue ahí, latente, a nivel cerebral y psicológico, en consecuencia, deberá mantener la guardia en alto siempre para no sufrir una recaída.
– ¿De qué depende que una persona que tiene adicción pueda mantenerse abstinente?
– Depende de factores como:
- La ayuda profesional que pueda obtener a nivel terapéutico.
- Del apoyo familiar, la contención, y si se encuentra en una estructura saludable o muy desestructurada y deteriorada.
- De sus circunstancias laborables.
- La voluntad de la persona.
Hay que tener claro que una cosa es dejar de consumir y otra cosa es reinsertarse. Tener una buena reinserción social, y en su entorno, depende de que la persona goce de una buena ocupación, de que tenga las necesidades cubiertas. Pero también de su actitud de vida, de que sepa buscar espacios y actividades que le llenen y le alejen del vacío que la conducían a consumir, a buscar sensaciones de evasión.
Todos estos factores interactúan y determinan que la persona pueda tener un mayor porcentaje de éxito.
Aviso de Adictalia
Otra vida es posible. Te ayudamos a conseguirla.
Te llamamos y ofrecemos un tratamiento a tu medida o la de tu familiar (solo para España).
– ¿Es necesario hacer terapia de por vida cuando has pasado por todas las etapas del tratamiento de adicciones y ya llevas varios años sin consumir?
– Es una pregunta difícil de responder. Hay opiniones encontradas a nivel profesional en este sentido. Muchas veces las personas con adicción se inhiben de antemano frente a los tratamientos cuando escuchan que deberán tratarse toda la vida, porque sufren un trastorno que le acompañará siempre.
Es necesario, después de terminar el tratamiento, continuar unos años en un entorno comunitario y terapéutico, lo cual puede darse en un centro de tratamiento ambulatorio. Rodearse de gente en un espacio donde poder seguir trabajando la consciencia hacia la enfermedad de la adicción. Esto, sí, puede durar años, dependiendo de la personalidad y circunstancias de cada caso. Es imposible generalizar en las adicciones. Muchas veces escuchamos testimonios de personas que logran cortar el consumo sin ayuda, y otras que recaen constantemente después de recibir tratamiento.
Todo depende de la persona, de la calidad de vida que tenga, de sus relaciones, de la voluntad para trabajar su evolución personal, de su entorno inmediato. En función de esto, con el tiempo puede prescindir de apoyo terapéutico a largo plazo y mantener una manera saludable de vida.
Una forma saludable de vida tras una adicción se caracteriza por mantener un equilibrio emocional. Entonces, puede que ya no asista a un tratamiento de recuperación, pero sí que consolide un entorno sano, evolutivo, espiritual o de trascendencia, si se quiere.
Una pauta saludable para mantener este equilibrio emocional y espiritual puede consistir en realizar labores sociales, apuntarse a una ONG para ayudar a otras personas. Este tipo de actividades reportan bienestar y calidad de vida, nos sacan de mirarnos el ombligo.
Pero dentro de los cuatro o cinco años tras su recuperación, es muy recomendable que la persona diagnosticada de adicción deba seguir frecuentando un entorno seguro. Un espacio donde se potencie la consciencia sobre la enfermedad y se consoliden las herramientas para gestionarla, para contenerla. Ello no significa que deba dejar el trabajo o la familia, sino optimizar su tiempo para asistir rigurosamente a este espacio. Luego, dependerá de la calidad de vida que consiga construir, el que pueda abrirse hacia otros ámbitos e ir prescindiendo del apoyo terapéutico progresivamente.
¿SE RECUPERA EL CEREBRO DE LAS DROGAS?
– En todo caso, ¿por qué es necesaria esta terapia?
– Es necesario asistir a terapia grupal e individual durante un tiempo para encontrar su centro, para que abra la consciencia hacia su propia enfermedad. La enfermedad tiende a hacer que la persona evada sus responsabilidades de forma permanente; una persona adicta se caracteriza por la falta de responsabilidad, sobre todo hacia ella.
Las terapias grupales e individuales buscan, mediante diversas técnicas, expandir la consciencia de la persona sobre su realidad, su personalidad, su historia, sus traumas. Y, en consecuencia, aprender herramientas, técnicas, para gestionar los pensamientos y las emociones que le conducen a comportarse de forma autodestructiva.
– ¿Cuántas veces hay que acudir a terapia cuando ya estás estabilizado y llevas tiempo?
– Las veces que hay que acudir a terapia depende del momento del tratamiento en que se encuentre la persona y de cada caso: todas tienen necesidades y características diferentes. Cuando está en pleno proceso de recuperación, una sesión diaria puede resultar imprescindible. Cuando lleva unos años de abstinencia, de recuperación, hay quienes, con una o dos veces a la semana, un par de horas semanales, tienen suficiente.
En todo caso, cuando termina el tratamiento de adicciones, y lleva unos años de abstinencia, la persona ha de seguir asistiendo a sesiones grupales, que funcionan como un sistema de espejos donde cada participante se ve reflejado en los testimonios del resto, y esto funciona como un disparador de reflexiones internas y alumbramientos. Además, claro, de la contención que brinda el grupo. Se trata de individuos con la capacidad de consciencia suficiente sobre la enfermedad como para mantener su centro.
No obstante, estas personas pueden pasar por momentos difíciles de su vida, con cambios, nuevas relaciones, nuevos trabajos, desequilibrios emocionales ligados a la propia adicción. En esos periodos pueden requerir un mayor apoyo terapéutico para evitar el riesgo de recaer en el consumo. La persona debe autorregularse y saber cuál es su necesidad, por eso, al principio, en las terapias se trabaja con insistencia que aprenda a tomar consciencia de sus necesidades.
UN ADICTO SIEMPRE SERÁ UN ADICTO…
– Hay especialistas que no están de acuerdo con que sea una enfermedad crónica. ¿Por qué consideras que la adicción es crónica?
– Existen especialistas que no tratan la adicción como algo crónico. Pero hay que tener en cuenta que cuando hablamos de crónico no nos referimos a la actitud de consumo, porque la puede parar de consumir. Lo que es crónico en más del 90% de los casos es el tipo de patrones con que funciona la mente adicta: una predisposición a la compulsión, a la obsesión, al miedo, manipulación, mentiras, y, como consecuencia, a desestructurarse.
La mente adicta se encuentra cada vez más estudiada, aunque queda mucho por conocer, y la OMS ya ha definido a la adicción como una enfermedad crónica a partir de los resultados de estos estudios mundialmente conocidos.
A lo mejor, la persona no demuestra un consumo de sustancias crónico, pero sus tendencias compulsivas con el tiempo pueden derivar en una adicción a las compras, al sexo, al juego. Es una consecuencia de la mente adicta. La persona debe hacerse consciente de ella, debe autorresponsabilizarse de que tiene una tendencia y que debe trabajarla. Debe aprender herramientas eficaces para medio y largo plazo para sostener las tendencias compulsivas a raya, tener los pies en el suelo y no salir de su centro.
El cerebro adicto es una realidad en muchas personas, no es que se intente estigmatizar a nadie. Desde Adictalia intentamos evitar siempre las estigmatizaciones. Pero esto es una realidad.
– En todo caso, ¿la adicción es crónica en todas las personas?
La adicción no tiene por qué ser crónica al cien por cien en todas las personas. Pero aquellas personas diagnosticadas rigurosamente con adicción, en el 95% de los casos, la sufren de forma crónica.
Una persona que tiene una predisposición genética porque sus padres, sus abuelos, sus hermanos han demostrado predisposición o han sufrido adicción al alcohol, al juego, al sexo… se considera que tiene un 60% más de probabilidades de desarrollar esta enfermedad. Antes de consumir, ya presentan una predisposición grabada a nivel cerebral. Esa predisposición va a estar de por vida. En esos casos, hablamos de una adicción crónica.
Hay otros casos en que las personas pasan una crisis, recurren al consumo para evadirse y luego no saben parar, y consumen durante un tiempo prolongado. Pero no tienen rasgos de esta mente adicta; presentan, sí, una actitud y unos hábitos tóxicos. Pero a ellas les será más fácil sostener la abstinencia. Ahora bien, la propia adicción con el tiempo se hace crónica, aunque la persona carezca de predisposición genética y hereditaria.
LO QUE SIENTE UN ADICTO EN RECUPERACIÓN
– Desde el punto de vista que la adicción es una enfermedad crónica, podemos decir que, en realidad, ¿no existe una recuperación plena?
– Aunque la adicción es una enfermedad crónica, si hay un buen trabajo personal y terapéutico, la recuperación puede ser plena, en el sentido que la persona encuentre un equilibrio lo suficientemente fuerte como para que desee vivir desde la gratitud, la esperanza, y mantener el equilibrio.
Cuando una persona consigue ese estado de plenitud, o más bien el equilibrio, le ha ganado la batalla a la adicción con bastante probabilidad de mantener la victoria.
No obstante, esto requiere de un mantenimiento de la consciencia sobre la enfermedad por parte de la persona, ya a modo individual, si se poseen las herramientas adecuadas, ya con ayuda externa. El mantenimiento es fundamental, porque, como decimos, a lo largo de la vida, una persona pasa por distintas fases. Y en cada una debe ejercer el suficiente equilibrio como para poder abordar cada desafío: el despido de un trabajo, una separación, la pérdida de un familiar o cualquier circunstancia.
Hay que pensar que, en la mayoría de los casos, detrás duerme una enfermedad que puede volver a despertarse. Entonces hay que estar pendiente, no obsesionados, pero vigilantes ante cualquier indicio de que la adicción quiere volver a empujarnos al vacío, al consumo.