PANORAMA ESPAÑOL
Las adulteraciones en cocaína, MDMA y otras drogas: qué pasa en España
¿Con qué "cortan" las drogas y qué papel cumplen los adulterantes en la producción de sustancias psicoactivas?
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El aumento en las dosis de MDMA en los comprimidos, la estabilidad en la pureza del cristal o el aumento en la pureza de la cocaína son los rasgos principales que destaca un informe que recientemente presentó el servicio de análisis Energy Control, perteneciente a la Fundación Acción, Bienestar y Desarrollo.
Se trata de un estudio pionero realizado a partir de una muestra de 11.907 casos analizados por esta organización, y sobre el cual Adictalia conversó con Claudio Vidal, director estatal de Energy Control. Del total de muestras analizadas, 5.592 corresponden a cocaína, 3.908 a MDMA y 2407 a speed o anfetamina.
El informe señala otros rasgos importantes relacionados con el mercado ilícito de estas drogas a modo de conclusiones:
- En general, la adulteración parece haber disminuido, aunque la situación puede estar cambiando, sobre todo en el caso de la MDMA.
- Las adulteraciones que se han detectado no son especialmente tóxicas, pese a los presagios pre-pandemia del aumento en las adulteraciones.
- La principal sustancia adulterante que se ha detectado es la cafeína.
Por qué monitorizar el corte de drogas en el mercado
– Empecemos por lo básico: ¿Qué son los adulterantes?
– Son sustancias que alteran o sustituyen a las sustancias de interés sobre las que se aplican. Normalmente, su uso responde a una estrategia del mercado para cumplir los siguientes objetivos:
- en unos casos esa adulteración, esos añadidos, se introducen para reducir los efectos negativos, o algunos efectos negativos, de la sustancia
- para potenciar los efectos de la sustancia
- para sustituir la sustancia de interés por otra con efectos parecidos
- también para engordar el producto e incrementar así los beneficios económicos.
– ¿Por qué surge la necesidad de realizar este estudio desde Energy Control?
– Una de las principales razones es porque los mercados de drogas, por su naturaleza ilícita, son mercados opacos y de los cuales disponemos de muy poca información sobre cuáles son sus dinámicas. Y esto es especialmente importante, porque estas dinámicas que ocurren en los mercados ilícitos pueden tener impacto sobre las personas que consumen.
En general, las fuentes de información que tenemos sobre los mercados son muy escasas. Disponemos, por ejemplo, de la información que procede de los decomisos de las operaciones de narcotráfico, y algunos estudios de corte académico. Pero en España realmente disponemos de muy poca información.
Por tanto, aprovechando que el volumen de muestras analizadas en Energy Control es lo suficientemente alto como para poder extraer conclusiones, decidimos cotejar datos y publicar este informe.
Por otra parte, aunque este informe es una novedad, sobre todo por los años que abarca y por el análisis que hacemos de las prácticas de adulteración, hay que decir que ya habíamos publicado algunos trabajos en esta línea.
Para las muestras de MDMA y speed se ha considerado el periodo comprendido entre 2017 y 2021, mientras que, para las muestras de cocaína, el periodo de estudio ha sido el comprendido entre 2014 y 2021.
– ¿Hasta qué punto las conclusiones son representativas de la realidad del mercado español de drogas?
– Es difícil de saber cuánto de representativo es el informe con respecto a la totalidad del mercado. Esto también responde a que, precisamente, consiste en un mercado opaco y disponemos de muy poca información. Por tanto, es complicado de saber si, hablando en términos estadísticos, la muestra que extraemos es representativa de la población.
En otros países sí que se han hecho estudios para intentar ver hasta qué punto los datos podrían ser representativos, comparando diferentes fuentes de información. Es el caso de una investigación desarrollada en Holanda, que comparó los resultados que se obtenían en los servicios de análisis de sustancias con los resultados que se obtenían del análisis de muestras decomisadas. Los resultados eran muy parecidos.
También debemos tener en cuenta que, como los mercados de estupefacientes son globales, la información que obtenemos en España también resulta muy similar a la que se obtiene en otros países. Esa concordancia nos permite intuir que podemos estar obteniendo una foto más o menos fiel de la situación del mercado.
– ¿Por qué habéis escogido estas tres sustancias para analizar las alteraciones?
– Porque, tras el cannabis, el MDMA, la anfentamina y la cocaína, son las sustancias más consumidas en España. Es cierto que las estadísticas que nos ofrece el Ministerio de Sanidad nos habla de porcentajes bajos si consideramos a la población general. Pero se trata de sustancias de larga trayectoria en nuestro país y que, además, son las principales sustancias que recibimos para analizar en nuestros servicios. Más adelante ampliaremos este tipo de estudios con otras sustancias.
¿Qué se usa para cortar la cocaína y el éxtasis?Qué se usa para cortar la cocaína y el éxtasis
– ¿Cuáles son los riesgos de las adulteraciones, en general?
– Todos los adulterantes, en general, dependiendo de la sustancia y de las cantidades consumidas, pueden suponer mayor o menor riesgo, especialmente algunos. Ahora bien, cuando menos en los años que abarca el estudio, no hemos detectado adulterantes especialmente tóxicos, es decir, que puedan suponer incrementos importantes en cuanto a los riesgos que de por sí supone el consumo de sustancias.
Nos despertaba especial preocupación uno, sobre todo, del cual teníamos interés en ver cuál había sido su evolución: el levamisol en la cocaína. Es un adulterante que venimos detectando desde hace muchos años en los análisis. Hemos podido entender cuáles han sido las dinámicas que ha seguido y sacar conclusiones de la importancia que tiene en el mercado de la cocaína.
Para aclarar un poco: el levamisol es un antiparasitario que actualmente solo se utiliza en el ámbito veterinario. Antes se aplicaba en humanos, pero se retiró del mercado por la toxicidad que tiene: tiende a producir toxicidad en la sangre, fundamentalmente.
– ¿Qué datos obtuvieron en el caso de la cocaína?
– En el caso de la cocaína vemos que el levamisol juega un papel importante. Probablemente, sea uno de los adulterantes estratégicos más importantes de la cocaína. Los adulterantes cumplen cada cual una función. Los anestésicos locales, por ejemplo, simulan el propio efecto anestésico de la cocaína y actúan de engaño a la persona consumidora.
En el caso concreto de levamisol, cuando se ingiere, se metaboliza hacia una sustancia que se llama aminorex, que es estimulante. Por tanto, una cocaína adulterada con levamisol produce efectos psicoactivos de mayor intensidad que cuando la cocaína viene sin esa adulteración. La persona consumidora valora entonces más y mejor esa droga que cuando está pura.
Se han hecho estudios, incluso en nuestro país, que ya alertaban de los efectos tóxicos que provoca el levamisol en concreto. Así que era el que más interés nos despertaba.
– En este caso, el adulterante tiene el objetivo de potenciar el efecto psicoactivo de la cocaína.
– Correcto.
– ¿También cumple el objetivo de abaratar el coste de la sustancia para el productor?
– Normalmente, el precio de los adulterantes siempre es menor que el de la sustancia que adulteran. Por tanto, también cumplen esa función de engordar el producto e incrementar el beneficio económico que se extrae de su venta.
Por ejemplo, en el caso de la anfetamina, aunque su precio es inferior al de otros estimulantes, el adulterante que se utiliza, que es la cafeína, tiene un precio incluso menor, muy barato. Y además es una sustancia que se consigue fácilmente.
– ¿Es un mito que consumir cocaína más pura sea menos dañino para el organismo que si está adulterada?
– Es una pregunta difícil de responder. En los últimos años, diferentes organismos han alertado del aumento en la pureza de la cocaína que estaba llegando a Europa. Sobre todo, debido al incremento en la producción en los países de origen. Esta tendencia en la pureza sí que se podía relacionar con más daños, precisamente por esa elevada pureza.
Sin embargo, la cuestión no está tan clara. Porque también ese aumento en la pureza significa una disminución en la alteración, que es lo que hemos visto claramente en este estudio: tienes un producto que es más puro y, a su vez, menos adulterado, y esto puede “equilibrar”, por así decirlo, los daños.
En realidad, especialmente para el caso de la cocaína, no tenemos indicadores que nos sugieran que los aumentos en la pureza se relacionan claramente con una mayor experimentación de daños.
La cocaína no es una sustancia como puede ser la heroína, con la cual sabemos que los incrementos en la pureza que ocurren en el mercado se traducen casi inmediatamente en un aumento de daños en las personas consumidoras, sobre todo en forma de sobredosis y en los primeros momentos. En el caso de la cocaína no ocurre así.
En los comprimidos de MDMA (éxtasis) hemos detectado una pureza media por comprimido de dos veces la cantidad de sustancia necesaria para una persona de 70 kg. Sin embargo, esta pureza no se ha traducido en un aumento de los daños. En algunos países, este hecho se relacionó con un incremento de la mortalidad, pero esa correlación no se ha observado en el resto de países, incluida España. En este país, las tasas de mortalidad por éxtasis son muy pequeñas.
– ¿Qué otros adulterantes han encontrado en la cocaína aparte de levamisol que os preocupen?
– Los adulterantes que hemos encontrado a lo largo de todo el período son los clásicos:
- Levamisol
- Cafeína
- Cenacetina, que es un analgésico
- Y luego los anestésicos locales, fundamentalmente lidocaína y tetracaína.
Estos son los adulterantes principales que han salido en un número importante de muestras. Hemos obtenido una cantidad considerable de otras sustancias que se han utilizado para adulterar y, de hecho, una gran diversidad de composiciones. Pero aparecen de una manera mucho más minoritaria si se las clasifica por separado. Los que mencioné son los principales adulterantes que se repiten en una porción grande del muestreo.
– ¿Depende de dónde se compre la cocaína el riesgo de que tenga más o menos adulterantes?
– En principio diría que no. Y especialmente en el caso de la cocaína, que es un mercado muy potente, en el sentido de que está muy extendido. No es como otras sustancias, que a lo mejor pueden ser más difíciles de encontrar en función del lugar donde esté la persona. En el caso de la cocaína no ocurre esto.
Además, lo que hay que tener en cuenta es que durante estos años hemos vivido una situación sin precedentes: un aumento importante en la producción tanto de cocaína como de MDMA y anfetamina. Ha habido tanta sustancia en el mercado que no merecía la pena adulterarla.
– ¿Esto se relaciona con la pandemia?
– No. Lo que sí hemos visto desde los primeros momentos de la pandemia es que los mercados de drogas fueron muy resilientes, sufrieron muy poco impacto por esa situación de crisis mundial. Al principio temíamos que, a raíz de la pandemia, los mercados pudieran verse afectados y eso traducirse en una mayor adulteración, o que incluso pudiera darse desabastecimiento de algunas sustancias.
Pero lo que sucedió fue que los mercados de drogas supieron responder a la situación de escenario planteada por la pandemia. Y muchas veces mejor que algunos mercados lícitos o legales. No hemos apreciado ningún efecto de la pandemia sobre los mercados en cuanto a falta de sustancias.
Donde sí tuvo un impacto mucho más claro la pandemia fue en los propios servicios, como los de análisis de sustancias, que evidentemente tuvimos que cerrar durante varios meses y hubo que dejar de atender a las personas. Esto se tradujo en que costó volver a la normalidad, pero ahora ya estamos otra vez cogiendo velocidad de crucero.
– Según el estudio, las adulteraciones han disminuido, aunque la situación está cambiando. ¿En qué sentido?
– Sabíamos que toda esta situación de sobreabundancia de drogas en el mercado no iba a durar eternamente; en algún momento se produciría la inflexión. Y ya empezamos a observar, especialmente a partir de 2021, algunos indicadores de que el mercado global podría estar cambiando, fundamentalmente respecto de la MDMA (éxtasis).
Observamos que empieza a disminuir la dosis media de los comprimidos. Si bien la pureza del cristal sigue estando a niveles en torno al 80% registrados durante toda la serie histórica, también se está produciendo un aumento en la adulteración. A lo largo de 2022 hemos ido confirmando esta tendencia. Y eso nos hace temer que el 2023 sea un año complicado en cuanto a adulteraciones.
– La MDMA se consume en dos formatos. ¿Qué diferencia han detectado en cuanto a adulteraciones en las composiciones entre ambos?
– Esto ya lo planteamos hace unos años en un trabajo que hicimos también sobre el mercado de la MDMA. Decíamos entonces que, aun siendo la misma sustancia, en los análisis que se hicieran del mercado debíamos diferenciar entre los comprimidos y el cristal, porque presentan dinámicas distintas.
En términos de pureza, el cristal ha permanecido estable en torno a ese 80% del que hablábamos, mientras que observamos un incremento importante en las dosis que integran los comprimidos.
Pero en términos de adulteración, si bien en períodos previos a este estudio habíamos observado diferencias mucho más importantes entre ambos formatos, ahora las tasas de adulteración han sido muy bajas en ambos formatos.
En ambas apariencias de MDMA los dos tipos de adulteración que hemos analizado, por adición y por sustitución, el adulterante principal era la cafeína. Aquí sí que se han igualado ambos formatos de consumo. En general, estamos atravesando una época de adulteración muy baja.
En el caso del cristal de MDMA destaca también, como principal adulterante junto con la cafeína, y siempre en este marco de bajas cifras de adulteración, la metanfetamina. Esto probablemente responde a la similitud que tienen en cuanto a apariencia la MDMA y la metanfetamina. En este sentido, por la situación en que estamos ahora, y que probablemente sea la responsable de este cambio de tendencia en el mercado, deberemos prestar mucha atención a la presencia de metanfetamina en el mercado de MDMA.
– ¿A qué cambio de tendencia en el mercado ilegal de drogas se refieren, concretamente?
– Este momento de inflexión, donde puede reducirse la pureza de MDMA, pensamos que se debe a dos razones:
- El endurecimiento de la legislación en China en materia de pre-precursores. Estas son sustancias químicas de curso legal que se emplean para sintetizar precursores, que a su vez son las sustancias químicas que se usan en las síntesis de drogas. Los precursores están fiscalizados, pero una tendencia en el mercado es a emplear pre-precursores. Y la mayoría de los pre-precursores provienen de China, país que en 2021 endureció su legislación en relación con estas sustancias.
- Ese elemento se complementa con la cada vez mayor presencia de los cárteles mexicanos en Países Bajos. La presencia de estas organizaciones ilegales provocó la transformación de laboratorios que tradicionalmente sintetizaban MDMA para sintetizar metanfetaminas, con el objetivo de exportar el producto al sudeste asiático.
Estas dos dinámicas implican el cambio de tendencia en el mercado global en el sentido de un mayor desabastecimiento de MDMA y un consiguiente aumento de la adulteración de esta droga.
¿Por qué se adulteran las drogas y qué riesgo conlleva?¿Por qué se adultera la droga?
– ¿Qué se busca adulterando la MDMA con cafeína?
– La cafeína ofrece un plus de estimulación. La MDMA es una sustancia de efectos empatógenos del estado de ánimo, aunque no deja de ser una sustancia estimulante. Pertenece a esta gran familia que son las anfetaminas. Al adulterarla con cafeína se consigue un efecto de mayor estimulación. Lo mismo ocurre en el caso de la anfetamina y de la cocaína.
– ¿Consumir drogas adulteradas conlleva más riesgo de sufrir sobredosis?
– En principio, si tenemos en cuenta que al estar adulterada obtenemos menos dosis de la sustancia principal, el riesgo de sobredosis disminuye. En general, las muestras que están adulteradas presentan una pureza sensiblemente inferior que las que no lo están. Por tanto, el riesgo es menor.
De todas formas, hay que tener en cuenta de que en estos tres casos estamos hablando de sustancias en que ya la propia sobredosis es complicada. De hecho, ni en la cocaína ni en la MDMA ni en las anfetaminas constituye la sobredosis el riesgo principal, como sí puede serlo en el caso de los opioides, como la heroína, con la cual sabemos que es uno de sus principales problemas.
Con la cocaína, incluso, la persona puede manifestar problemas cardíacos o cognitivos, que se asocian a consumos continuados crónicos, antes que sufrir sobredosis. De hecho, la mayor complicación en el caso de abuso de cocaína son los ataques de pánico.
– ¿Hay algún dato que te preocupe especialmente de los resultados del informe?
– Quizá la principal conclusión es que, cuando hablamos de mercados de drogas, resulta imprescindible practicar una mirada global sobre lo que ocurre en el resto del mundo. Venimos de unos períodos de sobreproducción muy importantes, lo cual se ha traducido en aumentos en la pureza casi sin precedentes y en una disminución en la adulteración. Esta es una situación que va a cambiar. Y estos cambios se dan cuando se producen desabastecimientos en el mercado.
Esto es importante, porque cuando suceden, o se intuyen, muchas veces están originadas por acciones contra el propio mercado de drogas. Por tanto, tenemos que ser conscientes de que esas acciones tendrán repercusiones sobre las personas consumidoras. Pensamos que retirar las sustancias del mercado es bueno en general, pero eso también acaba impactando de manera significativa sobre las personas que consumen por dos motivos:
- porque aumenta las tasas de adulteraciones
- porque propicia la aparición de nuevas sustancias
Y esto es algo que hemos visto en España y en otros países.
– Es decir, que la necesidad de consumir está ahí, latente…
– Efectivamente. Si no se actúa sobre la demanda, respecto de la cual tenemos muchas dificultades para conseguir que disminuya, hay que ser conscientes de que siempre hay personas dispuestas a consumir. Retirar las sustancias del mercado no cambiará la demanda, sino que ésta se adaptará a lo que aquel le ofrezca. Y si aparecen nuevas sustancias, irá a buscarlas. O bien consumirán las mismas de siempre y el mercado intentará cubrir la demanda adulterando o sustituyendo el químico principal por otro.
La importancia de la monitorización de drogasLa importancia de integrar los servicios de análisis en los sistemas de monitorización de drogas
– Destacáis la importancia de los servicios de análisis de drogas en los servicios de monitorización. ¿Por qué?
– Desde hace años, quienes trabajamos en servicios de análisis reivindicamos ese doble papel que cumple estos servicios:
- Como estrategias para reducir riesgos para las personas consumidoras, porque les permite conocer la composición de las sustancias que van a consumir y eso les da posibilidad de adoptar posiciones informadas en relación con su consumo.
- Y por el papel que desempeñan estos servicios para la monitorización de los mercados. Al encontrarnos próximos a las personas consumidoras, tenemos capacidad de analizar lo que ocurre en los puntos finales de estos mercados, con respecto a la persona usuaria de drogas.
Además, esta monitorización se realiza de manera amable, porque el resto de estrategias de monitorización, como muestras decomisadas, implican a menudo acciones de represión hacia las consumidoras. O bien conllevan que las personas ya hayan consumido las sustancias, como en el caso del análisis de aguas residuales. En cambio, los servicios de análisis pueden monitorizar antes de que se produzca el consumo.
Analizamos un elevado número de muestras y podemos presentar resultados con rapidez: obtenemos datos de una muestra en dos o tres semanas, mientras que otras fuentes de información pueden tardar incluso meses. Por tanto, esto permite ofrecer respuestas tempranas.
Por eso, estos servicios deberían integrarse mejor en los servicios de información nacionales, como se está haciendo a nivel europeo. Por ejemplo, ya compartimos nuestros datos con el Observatorio Europeo de Drogas y formamos parte de este sistema continental de información y monitorización.
– ¿Por qué crees que no se está haciendo a nivel nacional?
– No lo sé, realmente. Quizá porque, hasta ahora, no hemos puesto en valor estos servicios. Sí que es cierto que participamos en algunos de los espacios de los sistemas de información, como el sistema español de alerta temprana. Pero se trata de un intercambio de información especialmente orientado a nuevas sustancias psicoactivas.
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Redacción



Equipo Adictalia
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