Carmen ha sufrido en carne propia lo mismo que muchos familiares…
Sobre el autor o la autora de las respuestas de este contenido:
Sobre el autor de las respuestas de esta entrevista
- Su hermano es una persona adicta que no puede o no quiere (lo cual depende de cada caso) buscar un tratamiento para su enfermedad.
- Carmen ha sufrido robo, amenazas, mentiras por parte de su hermano y el entorno de éste
- Cuando ya no pudo más, tomó una decisión drástica para protegerse.
- Quizá, se pregunta, esta determinación sirva para que su hermano se predisponga a buscar una salida.
- Si lo hace, será el momento de buscarle un centro de desintoxicación de forma inmediata.
Foto de Luis Quintero en Pexels
«Mi hermano se droga, tiene una adicción y no lo aceptará nunca», asegura impotente Carmen (que no es su nombre real) a Adictalia.
Hablar de “voluntad” en el caso de las personas adictas resulta muy complicado. Cierto es que si quien sufre la enfermedad desconoce que lo hace y se niega a cualquier tipo de tratamiento, la desintoxicación en un centro, la deshabituación o su recuperación se antojan imposibles. Pero igual de cierto es que las adicciones se alimentan justamente de la capacidad de anular el poder de decisión de quien la sufre: un adicto carece de voluntad para dejar de consumir o reprimir un hábito que lo está destruyendo. Si no, sabiendo que está cayendo en picado, no lo haría.
Quienes viven con estas personas, sus familiares, sufren los diversos y numerosos actos de locura de la persona adicta (pues la adicción es locura en su máxima expresión). Y además, a menudo, deben soportar la negación del adicto de que tiene una enfermedad que no puede controlar.
En ese ambiente de impotencia, las emociones se descontrolan, la ira germina a raudales pero muchas veces hay que reprimirla por miedo a las reacciones del adicto, los conflictos son diarios… y lo peor es que la incertidumbre mina nuestras esperanzas y nos enfermas. ¿Qué hacer cuando ante nuestras peticiones y sugerencias el familiar adicto no quiere o no puede?
El desconocimiento que existe sobre esta enfermedad y la vergüenza en muchas familias que intentan ocultar su realidad, desde luego son los peores aliados. Además de acudir a profesionales, y explorar la posibilidad de que éstos intervengan con la persona adicta, hay que ser firmes. Y a veces, no queda otra que hacer lo que hizo Carmen (que no es su nombre real) con su hermano Carlos…
Cuando uno no quiere salir, por mucho que hagas… Me sentí sola, sola de hablar con la pared.
Aviso de Adictalia
Adictalia puede ayudarte con tu familiar con adicción
Te llamamos y ofrecemos un tratamiento a tu medida o la de tu familiar (solo para España).
UNA VIDA DE ADICCIÓN
– ¿Cómo supiste que tu hermano se drogaba?
– Supe que mi hermano se droga un día que lo pilló la policía. Así lleva desde que es niño…
– ¿Qué crees que hubieses necesitado cuando intentaste ayudarle y no podías o no sabías?
– Sobre todo la ayuda por su parte. Pero cuando uno no quiere salir, por mucho que hagas… Me sentí sola, sola de hablar con la pared. Y ya no digo las instituciones, porque ayuda dan. Pero él se puso un muro. No sabía qué hacer ni cómo convencerlo.
– Es decir, que no reconocía que tenía un problema.
– Exacto. Mi hermano se droga, es adicto, y no lo reconocerá nunca.
– En ese caso ¿qué sentiste que podías o debías hacer como hermana, teniendo en cuenta que le querías?
– Con todo el dolor de mi corazón… renunciar a él.
Familiares de adictos: tú también importas...
– Es una enfermedad terrible…
Algunos necesitan eso. Pero ni así quiso buscar ayuda. Él al principio bien, iba bien, y luego “le entró la vena” y escapo de la cárcel y del módulo anti drogas. Y vuelta a empezar. Y pasó… Mira, en mi caso hasta tuve que cambiar de casa. Y hablo de algo reciente. Yo lo siento pero no voy a cambiar mi vida por alguien que no quiere curarse, además me vi en una movida muy gorda por culpa suya.
¿Podrías contarnos qué pasó?
– En estos días, esto fue reciente, se escapo en medio de un permiso. Lo tuve en mi casa y sin que supiera nada de que se había escapado, metió en mi casa a gente de lo peor. Al final los eché a todos. Y empecé a recibir amenazas por parte de él y de su entorno. Así que cambié mi número de teléfono y hasta tuve que cambiar de casa.



MI HERMANO SE DROGA CON TODO LO QUE PUEDE
– Los familiares de personas adictas sufren mucho cuando la persona enferma no puede verlo…
– A los familiares les diría que no aguanten, que es problema del “drogadicto” y no suyo, que al principio cuando descubres que se drogan te sientes mal e incluso ellos te hacen sentir culpable. Pero debe llegar un momento en que digas “hasta aquí, si no te quieres curar es tu problema y no el mío”. Perdón por la respuesta, por la rabia, pero esto paso hace poco y aún estoy saturada… No quiero saber nada más de él.
Seguramente si en alguna noticia digan que ha aparecido un muerto por sobredosis y sacan su nombre, pensaré que él estará descansando, pero te aseguro que yo mucho más. Porque para los familiares es una carga muy grande a nivel psicológico. Yo por desgracia estoy tomando pastillas para la ansiedad por culpa de su vicio, de que mi hermano se droga sin parar, y por sus posteriores amenazas y robos; que esa es otra también: me robó…
– ¿Qué tipo de sustancias consumía?
– Él probó de todas. A ver, no estoy muy puesta, pero hasta donde yo sé, mi hermano se droga con todo lo que puede, porque él mismo lo decía: cocaína, heroína… y lo demás que ya ni sé lo que era.
CUANDO MI HERMANO SE DROGA TIENE COMPORTAMIENTOS VIOLENTOS
– ¿Vivías sola con él?
– Sola. Nuestra relación se volvía un caos a menudo porque le veía que mentalmente era inestable.
– ¿Tenía comportamientos agresivos?
– Bastantes… ¿Va a durar mucho la entrevista?, ya estoy con mucha ansiedad recordando todo esto. Yo ya estoy con taquicardias..
– No, ya terminamos. ¿Has buscado ayuda psicológica?
– Sí, la busque y estoy en tratamiento, porque fue muy duro.
– Gracias por atendernos, tus respuestas ayudarán a muchas personas a no sentirse solas.
– Espero, y sobre todo quiero decir una cosa a los familiares: no aguantéis si ellos no quieren salir; vosotros también tenéis una vida y debéis vivirla. Y si tenéis que echarles de casa, ¡hacedlo! El cariño no está reñido con la firmeza: se les puede querer, pero no debemos aguantar cualquier cosa.*
NdR: Cuando una persona adicta no reconoce su enfermedad y rechaza la ayuda, y ni siquiera la intervención de un profesional consigue que acepte tratamiento, las familias tienen la opción de echarle de casa y cortarle toda asistencia. ¿Esta opción es aceptable? Aunque nadie la desea, la alternativa de que la persona adicta se vea desasistida completamente, sin recursos para satisfacer su adicción, incluso sin medios para vivir, puede obligarla a recapacitar sobre su situación, su enfermedad, y predisponerla a pedir ayuda finalmente. Esta predisposición a ser ayudada es fundamental en cualquier proceso de desintoxicación y recuperación.
Es en este preciso momento en que la familia debe actuar con rapidéz para encontrar un centro de desintoxicación adecuado para su familiar, aprovechando la predisposición de éste. Para ello, en Adictalia estudiamos el caso de la persona adicta y le derivamos al centro que mejor atienda sus necesidades, siempre teniendo en cuenta sus posibilidades, en cualquier parte de España
▷ Otro testimonio de como salir de las drogras
Acabo de renunciar a mi hermano, me duele el alma, ya van años de angustia, el perdió a su familia a su mujer e hija, ya no les importaba, golpeaba a mi cuñada, trataba mal y desatendida a mi sobrinita, me robo varias cosas de mi propia casa, años aguantando llegadas tarde a mi casa en la madrugada pidiendo un techo cuando ya no tenía como irse a su propia casa, me pedía dinero para su vicio, mentía, fallaba en los trabajos se gasta sueldos completos etc. Llegó el momento y le dije anoche que ya nada más que me canse, que no volviera porque no se volvería a quedar más en mi casa ni lo ayudaría más, esta en la calle, sin dinero, sin trabajo, sin comida, sin tener a dónde ir me dijo que me olvidará de él etc etc. Me duele el alma pero mi salud mental y más la de mi hijo e integridad están primero. Ya han pasado casi 10 años de pura mierda, he decidido que ya no más.