¿Qué es la reinserción social en adicciones?
La adicción, en los casos más grave, conlleva la destrucción integral de la vida de las personas. Esto significa que los ámbitos de tipo familiar, laboral, social e individual de la persona se van deteriorando hasta extremos, a menudo, insospechados. Por eso, la última etapa del tratamiento de adicciones, tras la desintoxicación, deshabituación y rehabilitación, consiste en volver a la vida social. Y esto no es poca cosa para alguien que ha perdido habilidades de relacionarse y estuvo completamente al margen por los efectos cotidianos del consumo.
La etapa de reinserción se realiza al final del tratamiento en entornos más abiertos, fuera de los centros. Generalmente, tiene lugar en pisos terapéuticos, públicos o concertados, en centros de día y en espacios ambulatorios. También las comunidades terapéuticas ofrecen programas de reinserción. Y se trata de poner en práctica en sociedad todas aquellas estrategias que se han aprendido durante las etapas anteriores.

Adicciones y reinserción laboral
En cuanto a equipo terapéutico, pierde presencia el equipo médico, psiquiátrico, de enfermería, se mantiene el psicológico y cobran protagonismo los y las profesionales de la Educación y Trabajo Social. Sobre todo, en las áreas relacionadas con gestionar tiempo, dinero y adquirir habilidades laborales.
Además de practicar las estrategias de gestión de contingencias y las nuevas habilidades de gestión emocional y conductual, la persona adquiere herramientas socioeducativas. Sobre todo, en aquellos casos en que el deterioro vital ha llegado demasiado lejos y la adicción ha mermado incluso las posibilidades de incorporarse al mercado laboral. Se busca que la persona vuelva a integrarse en un entorno social “normalizado”.
Por eso los entornos en los que se realiza la reinserción son más abiertos y el acompañamiento terapéutico menos restrictivo, en el sentido de que la persona gana autonomía. En los pisos, por ejemplo, deben organizarse para residir, cocinarse, limpiar… convivir.
Reinserción de drogodependientes para evitar recaídas
La reinserción incluye el seguimiento por parte del equipo terapéutico de la realidad del paciente. La persona debe asistir a terapia, si acaso, con menos frecuencia, no con menos rigurosidad. La enfermedad de la adicción se encuentra al acecho y, sobre todo en estos momentos de retorno a la vida social, los impulsos de consumo pueden aparecer de un momento a otro. Las terapias de grupo resultan fundamentales para revisar el surgimiento de nuevas sensaciones, conflictos, escenarios en la vida y, por tanto, el planteamiento de nuevas estrategias de resolución.
Cuando la persona se encuentre segura en su nueva vida y obtiene el alta, es importante que contemple la posibilidad de continuar con una terapia de mantenimiento. Esto es, que continúe trabajando en su evolución mediante programas grupales de adicciones, que le permitan analizar creencias y emociones nuevas y evolucionar personalmente. Se trata, en definitiva, de seguir cuidándose y reforzando todo lo adquirido durante el tratamiento para evitar recaídas, que siempre pueden ocurrir.
La terapia de mantenimiento psicológico y de crecimiento personal puede continuarse por medio de la asistencia a un profesional de la psicología. La modalidad de estas sesiones puede ser presencial u online, forma que también se explota en sesiones grupales.