ENTREVISTA A LA PSICÓLOGA LAURA ALONSO
¿Es la dependencia emocional una adicción comportamental?
Cuando la necesidad de “tener” la aceptación de la otra persona se vuelve enfermiza
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La dependencia emocional pasa a menudo desapercibida como comportamiento perjudicial para la persona que la manifiesta, en nuestras sociedades occidentales. Probablemente, una de las causas sea cultural: nuestras comunidades han reforzado durante siglos, y en gran parte lo siguen haciendo, el ideal del amor romántico.
Aún hoy, aunque exista un sector crítico creciente, gran parte de las producciones culturales (publicidad, cuentos, libros, cine, enseñanzas educativas…) siguen reflejando formas de relacionarse dependientes. Relaciones donde la felicidad y hasta la salud emocional de una persona dependen de que aquella a la que desea o le importa obsesivamente, le corresponda y, aun más, le “pertenezca”. De lo contrario, se siente abandonada y, por tanto, desarrolla un aferramiento ansioso hacia ella.
Los gabinetes de psicología están atestados de personas que sufren porque no encuentran en la otra la respuesta o el feedback que “necesitan” para sentirse amadas, íntegras, a pesar de hacer lo indeseado para recibir esa correspondencia. Y, en no pocas ocasiones, esta cesión de espacios y necesiades llega a niveles que se consideran patológicos, abandonándose la persona dependiente a niveles peligrosos con tal de percibirse querida, acompañada. Algo que, por supuesto, nunca llega, porque es un vacío que debe llenar ella misma.
Sin embargo, la dependencia emocional aún está fuera de los manuales clínicos que describen las adicciones.
Para comprender más este trastorno de personalidad dependiente, hemos solicitado las respuestas de la psicóloga Laura Alonso Álvarez, integrante del directorio de especialistas en adicciones de Adictalia. Desde Barcelona, esta terapeuta también nos habla de la relación entre la dependencia emocional y otras adicciones con sustancias.
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La dependencia emocional, una actitud compulsiva
1. La dependencia emocional es una necesidad excesiva, perjudicial, respecto de otra persona.
– ¿Qué es la dependencia emocional?
– La dependencia emocional es la necesidad afectiva excesiva que un sujeto siente hacia otro a lo largo de sus diferentes relaciones de pareja.
2. Representa una actitud evasiva de la realidad, que incluye compulsión, falta de control, perseverancia y negación.
– ¿La dependencia emocional puede comprenderse como una adicción?
– Sí, si se entiende la adicción como un mecanismo de defensa o evitación del sufrimiento, la dependencia emocional es un comportamiento compulsivo hacia algo o, sobre todo, alguien. En la dependencia emocional el auto-apoyo, la autorregulación, la tranquilidad y en definitiva el bienestar emocional lo proyectamos, o le damos el poder a otro, a un agente externo (pareja, familia, amigos o cualquier otra persona).
Por su parte, la Sociedad Española de Patología Dual considera en uno de sus escritos que la dependencia emocional debería considerarse, como ya se hace con el juego, una adicción comportamental. De hecho, la persona que sufre dependencia emocional experimenta:
- Craving (impulso irresistible, compulsivo) hacia la otra persona;
- Falta de control sobre este deseo
- Perseverancia en este comportamiento a pesar de las consecuencias negativas
- Cambios de humor e irritabilidad si la persona no satisface su deseo respecto de la otra
3. La dependencia emocional se desarrolla, al punto de descuidar totalmente las propias necesidades, hacia otra persona.
– ¿Es un trastorno que aparece generalmente ligado a la pareja? ¿Puedes darnos ejemplos de diferentes casos de dependencia emocional?
– Sí, el ámbito de la pareja suele ser importante en las personas con dependencia emocional.
Algunos ejemplos de depndencia emocional:
- Cuando se da una necesidad excesiva, casi insaciable del otro…
- Descuidar otras áreas de la vida por atender a la pareja.
- Asumir un rol de sumisión frente a la pareja y asumir las creencias de la pareja para evitar un posible abandono.
- Sentir miedo intenso a la ruptura, aunque la relación sea perjudicial para el bienestar psicológico, como ocurre en muchos casos de violencia machista.
4. Señales de alerta: la identificación excesiva hacia la otra persona, la desatención de las necesidades y los conflictos derivado de ellos.
– Como en todo desorden compulsivo o adictivo, existirán diferentes niveles de dependencia. ¿Cuándo debemos preocuparnos?
– Ante un cuadro de dependencia emocional debemos preocuparnos:
- Cuando existe una dificultad en la toma de conciencia de las necesidades personales.
- Cuando se da una confluencia y falta de diferenciación entre tú y el otro, dando lugar a una identificación excesiva con el otro, pudiendo anularse las creencias y/o valores de la persona.
- Cuando trastoca o repercute varias áreas de la vida, incluso cuando se pone en peligro la vida de la propia persona, como ocurre en muchos casos de mujeres víctimas de violencia machista.
5. La dependencia emocional parte de buscar llenar un vacío interior, un sufrimiento, con la presencia de la otra persona a cualquier coste.
– ¿Cómo identificar si la relación con alguien es amor o dependencia emocional, qué señales debemos atender?
– Algunas frases comunes donde se observa la dependencia emocional son: “Necesito que me quiera” o “Mi vida sin él/ella no tendría sentido”.
En el amor no existe la necesidad excesiva de la pareja. Existe un deseo de estar con la otra persona que, de incumplirse, no afecta al bienestar emocional, porque éste queda preservado. En la dependencia emocional, por el contrario, el “fracaso” o imposibilidad de la relación lastra la integridad emocional de la persona dependiente.
Normalmente, quien es dependiente cree que, en compañía de esa pareja, no va experimentar tales emociones, o que las experimentará en menor medida. Así, el sufrimiento será menor junto a la pareja.
La dependencia emocional suele responder a que la persona busca a la otra para evitar sentimientos desagradables, alguna situación o un vacío interno. Normalmente, quien es dependiente cree que, en compañía de esa pareja, no va experimentar tales emociones, o que las experimentará en menor medida. Así, el sufrimiento será menor junto a la pareja.
Es decir, que la persona parte de una situación afectiva que no puede gestionar ella misma y proyecta el bienestar en la pareja.
También se observa una confusión de términos, en la que los dependientes comienzan a relacionar el amor con la obsesión y admiración hacia otras personas. Esto eclipsa toda posibilidad de desarrollar un intercambio de afecto recíproco.
Síntomas de la dependencia emocional*:
- Pérdida del Espacio Vital
- Baja Autoestima
- Labilidad Emocional
- Ilusión de Control
- Negación de Sentimientos
- Hipertolerancia Emocional
- Pérdida de Límites
- Sobreprotección
- Comportamiento Obsesivo-Compulsivos
- Ansiedad Elevada
- Sufridores
- Miedo al Abandono
- Temor a la Soledad
- Hipervigilancia
- Exceso de Confianza
- Extremista
- Encubridores
- Nulo Empoderamiento
* Indicadores publicados por la sociedad Española de Patología Dual.
6. Las causas de la dependencia emocional son diversas, pero siempre ligadas a carencias en la infancia y el entorno familiar.
– ¿Cuáles son las causas de que algunas personas sufran dependencia emocional?
– En general las causas se dan en fases tempranas del desarrollo de la persona, por diferentes circunstancias:
- Problemas familiares (adicciones en las figuras paternas, aislamiento emocional, crecimiento en un ambiente hostil, frío o distante…)
- Carencias afectivas que le pueden llevar a expresar y cubrir la falta en exceso
- Madurez prematura en el niño/a
- Manipulación emocional en la infancia, donde se usa el amor como recompensa si cumple con las expectativas de los padres o personas de referencia (maestros/as, hermanos/as…)
- Falta de autoestima durante la niñez, lo cual conlleva la ausencia de confianza en el adulto, que necesitará la aprobación externa (en la pareja, amigos…) que le reporte esa seguridad sobre sí.
- Víctima de algún tipo de abuso, lo cual genera un vacío afectivo que motiva la necesidad de encontrar afecto en alguien que pueda cubrir esa carencia.
7. Las personas propensas a manifestar este trastorno suelen llamar excesivamente la atención, tener intolerancia a la soledad, baja autoestima…
– En este sentido, ¿existen “perfiles” o rasgos que tornen a algunas personas más propensas a esta dependencia?
– Las personas más propensas a desarrollar dependencia emocional suelen manifestar:
- Deseos de exclusividad hacia otras personas significativas
- Excesiva necesidad de agradar
- Déficit en habilidades sociales
- Baja autoestima
- Miedo e intolerancia a la soledad
- Un estado de animo negativo
- Tendencia a establecer a lo largo de la vida relaciones de pareja desequilibradas
8. La dependencia emocional puede dar lugar a otras adicciones que ayuden a cubrir la sensación de vacío interior
– ¿Hay edad y sexos donde este trastorno se manifieste de forma más frecuente?
– Sí, en las mujeres se suele observar más, debido sobre todo a causas socio-culturales propias de nuestras comunidades occidentales patriarcales.
– ¿La dependencia emocional puede dar lugar o relacionarse con otras adicciones conductuales o tóxicas?
– Sí, es común que una dependencia cubra otra. La dependencia está relacionada con la dificultad para tomar conciencia de nuestras necesidades auténticas o reales en el presente. A veces, por evitar contactar con ellas por el dolor, la frustración o cualquier otra emoción que suponen… buscamos una sustancia o alguna conducta tóxica. En general, se tratan todas de sustancias o conductas que nos ayuden a segregar dopamina, neurotransmisor encargado de producirnos bienestar.
9. La dependencia emocional se trata en psicoterapia, atendiendo los síntomas, los traumas y cambiando las conductas y creencias de la persona.
– ¿Cómo acabar con la dependencia emocional, es decir, cómo es el tratamiento: frecuencia, duración, técnicas…?
– Es importante que la persona tome conciencia de su dependencia emocional y cómo se origina para que pueda comprender mejor la naturaleza del problema. Es un trastorno complejo que requiere evaluar y trabajar varias áreas:
- La sintomática: ansiedad, dificultades afectivas…
- Trabajo de trauma (con EMDR, enfoques psicocorporales o con otras herramientas efectivas en trauma)
- La parte cognitiva es muy importante, puesto que los dependientes suelen tener un sistema de creencias distorsionado sobre las relaciones y, en concreto, sobre la pareja.
- También es muy importante la relación terapéutica, la alianza terapéutica. De forma que se pueda reparar el vínculo primario y, con ello, el vínculo con uno/a mismo/a: el auto apoyo.
- La frecuencia de visitas interesa que sea estable y que conforme una decisión entre ambas partes en función de las necesidades de la persona, que irán cambiando.
- También es preciso establecer un encuadre terapéutico claro y seguro. Y un compromiso tomado con responsabilidad por las dos partes.
– ¿Puede darse alguna dificultad a la hora de tratar la dependencia emocional?
– Es una problemática compleja y que requiere de un enfoque integrador por parte del psicoterapeuta y un compromiso por parte del paciente. Una dificultad que puede darse consiste en la transferencia de los primeros vínculos del paciente hacia el o la terapeuta, es decir, que la persona proyecta esos vínculos primarios en el o la profesional. Por ello, ha de haber un buen manejo por parte de éste y resolverlo en el marco de la psicoterapia.
10. La mejor manera de criar sin inducir dependencias en nuestros/as hijos/as es conocernos y trabajarnos emocionalmente como padres y madres para establecer vínculos afectivos seguros y transparentes.
– ¿Qué pueden hacer padres y madres para educar sin inculcar dependencias emocionales?
– Esto depende del autoconocimiento por parte de los padres y madres. En la medida en que ellos mismos sean conscientes de su historia personal, de sus propias carencias y límites… podrán educar desde la transparencia y la responsabilidad afectiva, respetando y validando el propio desarrollo de sus hijos/as. El propio trabajo personal les ayudará a fomentar vínculos seguros en los que se puedan validar las emociones, tanto las suyas propias como las de los menores.
Por otra parte, existen herramientas tan poderosas como la escucha activa y la presencia por parte de padres y madres, que facilitan que el niño/a pueda sentirles disponibles, cercanos.
11. Contrarrestar dependencias emocionales implica escuchar y atender las necesidades propias, quererse y aceptarse.
– ¿Qué podemos hacer las personas para cultivar diariamente vidas más libres, menos propensas a caer en dependencias emocionales?
– Cultivar una vida sin dependencia emocional implica fomentar determinadas pautas como:
- Silencio
- Bajar el ritmo cotidiano
- Autoconocimiento personal
- Trabajo psicoemocional en la relación con uno mismo
- Preguntarnos cómo me siento y qué necesito aquí y ahora
- Cuáles son mis valores y lo importante para mí mismo
- Tiempo de calidad con uno mismo
- Fomentar espacios de autocuidado, y una red social con la que me sienta en armonía
- Actividades que estimulen.
VÍDEO: Las claves de la psicóloga Silvia Congost para evitar la dependencia emocional

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Redacción

Equipo Adictalia
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