1ª fase del tratamiento de adicciones:
la desintoxicación
La desintoxicación es la primera etapa de un tratamiento integral de adicciones. Consiste en abandonar el consumo de la sustancia y superar el síndrome de abstinencia.

¿Qué es la desintoxicación?
La primera fase del tratamiento de adicciones, la desintoxicación, consiste en abandonar el consumo de la sustancia y en conseguir que el organismo se mantenga estable en la abstinencia. Durante esta fase tiene lugar el síndrome de abstinencia: un cuadro de síntomas físicos y psicológicos que sobrevienen cuando la persona deja de consumir el estímulo (sustancia o conducta) al que su cerebro y organismo estaban habituados.
Como consecuencia de este parón, su cuerpo manifiesta un conjunto de síntomas desagradables, incómodos, y más o menos peligrosos, para compensar el desequilibrio al dejar de recibir estimulación. Es lo que se conoce como “mono” y sus características varían según cada adicción.
Por otra parte, esta fase inicial se aprovecha para elaborar un diagnóstico preciso de la situación del paciente. Aquí se reúne toda la información relacionada con su vida y su familia, la cual será fundamental para diseñar las etapas siguientes del tratamiento.
Dependiendo de la gravedad del caso de adicción, los lugares donde la persona puede cumplir esta etapa de desintoxicación pueden ser:
- En un recurso específico de desintoxicación, como las clínicas detox.
- En un centro de ingreso residencial, como primera etapa del programa.
- En un centro ambulatorio o centro de día, donde no se cuenta con personal médico.
¿Cuánto dura un proceso de desintoxicación?
Dependiendo del caso de adicción, el tipo de dependencia y el sitio donde realice la desintoxicación, esta fase puede durar entre una semana y 21 días.
ObstáculosObstáculos para superar una desintoxicación
La primera fase del tratamiento de adicciones, la desintoxicación, se inicia cuando la persona acepta que necesita ayuda e ingresa en el tratamiento. Una vez allí debe dejar de consumir automáticamente.
A menudo, las familias intentan obligar a la persona a iniciar un proceso terapéutico sin que ésta termine realmente de “creer” que lo necesita, o incluso cuando se encuentra en negación de la enfermedad. Esta falta de consciencia representa un obstáculo muy grande para el avance en el tratamiento de adicciones. Al no tener la convicción de recuperarse, la persona suele abandonar el proceso o recaer al poco tiempo de conseguir la abstinencia.
Por ello, Adictalia considera fundamental que la persona adicta acepte que tiene un problema y debe buscar ayuda profesional para superarlo. Es decir, que tenga consciencia de enfermedad. Da lo mismo si esta se consigue por motus propio, a partir de la presión familiar o mediante un intervencionista de adicciones. Pero es esencial que sea ella la que quiera tratarse, la que desee superar la enfermedad.
Mientras se recupera físicamente de los efectos de anular un estímulo al que su organismo estaba habituado, la persona también acude a sesiones terapéuticas individuales y grupales. Estas buscan impedir que recaiga, una vez que finaliza la primera etapa.