Cómo y dónde tratar la adicción en la Región de Murcia
La provincia de Murcia presenta muy pocas alternativas privadas para quienes necesitan y desean ingresar en un centro de desintoxicación para tratar una adicción. Adictalia ha constatado sólo un par de opciones fuera del sistema público y del tercer sector, integrado por fundaciones y ONG.
Esto implica que quienes requieran el ingreso en un centro de desintoxicación privado en Murcia, muy probablemente deban buscar fuera de su Comunidad Autónoma. Por ejemplo, en clínicas de adicciones Valencia o Andalucía.
¿Cuánto cuesta un centro de desintoxicación en Murcia?
Las pocas opciones de centro de desintoxicación privado que opera en Murcia se ubica en el rango medio en cuanto prestaciones y precios. En este sector los precios varían entre 3.000 y 6.000 euros mensuales.
También existe un centro de desintoxicación exclusivo para mujeres en el rango eco, que va de los 2.000 a los 3.000 euros mensuales, y que cuenta con plazas subvencionadas por el Estado. Sin embargo, acceder a estos lugares no es fácil: implica entrar en una cola de espera que puede resultar contraproducente para quien necesita tratamiento de forma urgente.
¿Cuánto dura un tratamiento de desintoxicación en Murcia?
La duración de un tratamiento de adicciones en Murcia dependerá de las necesidades y características del caso, y varía entre los 3 meses y los 2 años. Se trata de procesos multicomponente, que abordan la adicción de forma integral: desde la parte biológica, psicológica, ambiental y social de la persona.
En este sentido, los tratamientos de adicciones en centros de Murcia y de toda España buscan, primero, desintoxicar al organismo de la sustancia o el hábito compulsivo. Pero esta parte del proceso dura entre algunas semanas y un mes. Después vienen las otras tres etapas fundamentales en un proceso integral: deshabituación, recuperación y reinserción.
Sin estas partes del tratamiento, la persona, desintoxicada, muy probablemente recaiga apenas salir del centro. Esto se debe a que la enfermedad de la adicción es mucho más profunda que la presencia de la sustancia en el cuerpo o el consumo en sí.
¿Cómo ingresar en un centro de desintoxicación en Murcia?
La incertidumbre de no saber cómo actuar y a quién acudir es una constante común en las familias que sufren la adicción en su entorno. Probablemente, esto responda al estigma social que recae sobre esta enfermedad, y al desconocimiento y vergüenza consecuentes a la hora de abordarla. Por eso, Adictalia viene desarrollando una labor de sensibilización y de orientación, sin compromiso, a familiares que necesitan encontrar tratamiento. Un servicio informativo y de guía para que den con la opción más adecuada a sus necesidades y posibilidades.
Con Adictalia, una persona que sufre una adicción cuenta con una red de centros privados en toda España. Y esto, para alguien que vive en Murcia, representa una ventaja, por varios motivos. Primero, porque el equipo de Adictalia le ofrecerá alternativas que se ajusten de forma realista a sus características, teniendo en cuenta su patología, economía, situación familiar. Segundo, porque estas opciones pueden encontrarse fuera de Murcia, lo cual representa una ventaja más que un obstáculo para el tratamiento. ¿Por qué?
Forzar u obligar a la persona a acudir a una clínica cuando se encuentra cerrada en la negación de su enfermedad, muy probablemente devenga en el abandono del tratamiento.
A menos que la persona ingrese por orden judicial en un centro de desintoxicación en Murcia, la entrada y permanencia en estos procesos terapéuticos son voluntarias. Es decir, que puede renunciar cuando lo desee. Por eso es tan importante la predisposición del familiar con adicción a tratarse, esto es, la aceptación de que realmente necesita ayuda. Forzarle u obligarle a acudir a una clínica cuando se encuentra cerrada en la negación de su enfermedad, muy probablemente devenga en el abandono del tratamiento.
Los equipos terapéuticos aplican acciones de persuasión, muchas veces efectivas, para que la persona permanezca ingresada. Incluso Adictalia ofrece un servicio de especialistas en intervención que acuden al centro para hablar con ella y hacerle ver la necesidad de que continúe con el tratamiento. Pero, aun así, si decide marcharse, nada podrá detenerla. Solo su motivación y voluntad.
Si el centro se encuentra lejos de su lugar de residencia, la distancia geográfica actúa como una barrera física, psicológica y, también, económica. Por un lado, estar distanciada de sus ámbitos habituales de consumo, de sus amistades de adicción y de las fuentes de recursos para consumir, consiguen disuadir a la persona en cuanto a salir del centro. Por otro lado, viajar desde el centro de desintoxicación a su lugar de residencia en Murcia requiere de medios y dinero, de los que la persona carece en la clínica.
¿Cómo es un tratamiento de adicciones en Murcia?
Los centros de desintoxicación consisten en regímenes residenciales con pautas estrictas, donde la persona que ingresa para tratar su adicción convive las 24 horas con otras que sufren esa enfermedad. Dependiendo del rango en que se ubique el centro, ofrecerá más o menos prestaciones durante el tratamiento.
Adictalia divide en tres rangos los centros de desintoxicación: eco, medio y alto. Los primeros rondan los 2.000 a 3.000 euros mensuales; los segundos, de 3.000 a 6.000 euros mensuales, y los terceros de 6.000 en adelante.
La diferencia principal entre estas clasificaciones de clínicas de adicciones consiste en la disponibilidad e intensidad con que atiende el equipo terapéutico: personal médico, psiquiátrico, psicológico, de enfermería, de trabajo y educación social… Así como en las prestaciones de las instalaciones y diversidad de actividades que ofrece a las personas ingresadas.
Las rutinas de estas residencias terapéuticas comprenden horarios bien definidos de comidas y de actividades diversas, como limpieza, organización, ejercicio físico, talleres y, por supuesto, terapias grupales e individuales. La rigurosidad de la planificación diaria responde a la necesidad de aportar orden a vidas desestructuradas por la enfermedad: el caos es una característica de las personas adictas, que supeditan todo a su deseo insaciable de consumir.
Además de la alimentación saludable (porque se trata de incorporar hábitos sanos), las rutinas incluyen la limpieza de las habitaciones y los entornos de convivencia; talleres de relajación y meditación para aprender a controlar los impulsos y los momentos de ansiedad; ejercicio físico y deportes, para desarrollar un buen estado físico y aprender a mantenerlo; momentos de esparcimientos; terapias grupales e individuales, para modificar pensamientos, emociones y conductas que conllevan al consumo y que promueven la adicción.
La diferencia entre centros de adicciones según su precio
La intensidad, disponibilidad y variedad de todas estas actividades, así como las características de los entornos e instalaciones donde se desarrollan, determinan el rango en el que se ubica el centro de desintoxicación. En un centro eco, la principal diferencia con los del rango medio y superior es que carecen de psiquiatra en el equipo. En los que se dispone de estos profesionales, la persona tiene que pagar las consultas aparte, las cuales pueden ir desde 80€ a 200€ cada una.
Esta paleta de opciones se enriquece a medida que el centro sube de rango, hasta presentar propuestas exclusivas, como montar a caballo, zonas de spa, planes nutricionales exclusivos, terapias individuales a diario y dedicación permanente del personal médico y psiquiátrico.
¿Esto significa que los tratamientos en centros de rango eco son poco efectivos? No. Si la persona tiene motivación y disposición para superar su adicción, podrá hacerlo en cualquier comunidad terapéutica. La elección del centro dependerá de sus características individuales, pues cada caso de adicción es único desde el punto de vista psicológico, biológico y ambiental. Además, la clínica en la que escoja ingresar dependerá también de los deseos y posibilidades de su bolsillo, como ocurre cuando se busca hotel en unas vacaciones.
Centros de desintoxicación públicos y gratuitos en Murcia
Murcia también cuenta con un sistema público de tratamiento de adicciones compuesto por una veintena de recursos que dependen del Estado. Las Unidades de Conductas Adictivas y las Unidades de Tratamiento de Opiáceos son gratuitas y están atendidas por el personal médico de la seguridad social y distribuidas en diferentes ciudades de la Región de Murcia.
Como en el resto de España, el problema que presenta el sistema público de tratamiento de adicciones en Murcia consiste en la prolongada espera que debe respetar la persona para conseguir una plaza pública o para ser atendida. Otro es la falta de recursos para el tratamiento, que puede condicionar la atención psicológica a una vez por mes. Ambos factores son muy contraproducentes en aquellos casos en que se necesita un ingreso inmediato e intensivo, bajo el riesgo de que la persona desista de tratarse y vuelva a la negación de la enfermedad o recaiga.
También existen en Murcia una decena de entidades del tercer sector que prestan servicio asistencia de adicciones. Consisten en fundaciones y ONG, algunas de las cuales se encuentran subvencionadas por el Estado, que atienden de forma ambulatoria (sin ingreso residencial) y otras como comunidades terapéuticas. El coste de éstas últimas varía entre los 200 euros y los 1.000 euros mensuales. En ambos casos, la intensidad del tratamiento y prestaciones de las instalaciones se encuentran condicionadas a los recursos con los que cuentan las organizaciones.
Psicólogos en adicciones en Murcia
Cada caso de adicción es único y, por tanto, necesita tratamientos individualizados. En este sentido, muchos casos de adicción no requieren el ingreso en un centro con régimen residencial cerrado. Esto significa que pueden tratarse en forma ambulatoria, acudiendo a centros de día o especialistas en psicología, quienes planifican con la persona un número de sesiones semanales según lo que necesite.
Los especialistas en adicciones de Murcia atienden puntualmente a las personas que sufren dependencias y que pueden, paralelamente al tratamiento, continuar con su vida social y laboral. Las sesiones duran entre una hora y hora y media y cuestan entre 50 y 70 euros cada una. En estas sesiones se trabajan los pensamientos, emociones y conductas que llevan al consumo, y se busca consolidar la abstinencia.
En caso de que la persona, aun asistiendo a terapia, sea incapaz de mantenerse abstinente, no pueda controlar sus impulsos de consumo por sí misma, o se encuentre en un estado de salud muy deteriorado y peligre su vida, es el momento de ingresar en un centro de desintoxicación. La imposibilidad de contener los impulsos representa un factor clave para decidir el ingreso en un régimen cerrado de tratamiento.